Al Coruxo le tocó remar contra corriente para sacar adelante el partido ante un Las Palmas Atlético que se adelantó en el marcador. Una importante victoria para los vigueses, que se sitúan en la zona media de la clasificación con el primer objetivo de la temporada a punto de cumplirse. Y es que los de Míchel Alonso se están haciendo fuertes en O Vao tras sumar dos victorias seguidas y ocho partidos sin perder. Clave de esta mejora se plasmó en el partido de ayer. Tras ser durante el primera tramo de la primera vuelta el equipo menos goleador, ha corregido esta faceta y ahora anota con facilidad lo que le ha permitido sumar más puntos. De hecho, el buen juego ahora se traduce en goles y esta consecuencia lógica está mejorando las prestaciones de los vigueses.
La falta de concentración del Coruxo en los primeros minutos de juego ya no solo le pasa factura en los encuentros lejos de O Vao, sino que en casa pasa lo mismo, y ayer no fue menos. Robayna puso un balón perfecto en el área grande viguesa y Juan, llegando desde atrás remató con fuerza de cabeza haciendo estéril la estirada de Alberto, que nada pudo hacer por evitar el tanto. Tal y como se estaba desarrollando el encuentro era una mala noticia para los vigueses. El Las Palmas Atlético tuvo la oportunidad de sentenciar el partido mediado la primera parte, cuando un mal control de Lucas Puime, éste le dejó el balón a Rober que se plantó solo ante Alberto, quien tocó el balón lo suficiente para desviar su trayectoria y que saliera fuera. No cade duda de que eran los peores minutos del equipo vigués pero el 0-2 no llegó lo que permitía al Coruxo estar en desventaja pero vivo en el partido. Y vaya si lo estaba...
El partido comenzó a cambiar cerca de la media hora de juego, cuando un Barril más entonado le metió un pase medido a Álex Ares, que puso la igualdad en el marcador con un buen remate. El tanto le hizo daño al cuadro canario, que a pocos minutos para la conclusión encajó el segundo tanto en una jugada con un toque de fortuna para el central Lucas Puime.
En la segunda parte el equipo vigués salió mucho más centrado, y a los tres minutos de juego, un disparo de Álex Ares golpeó en el defensa canario Juan, poniendo el tercer tanto en el marcador. Un gol que hundió a los jugadores canarios, que se vinieron abajo ante un Coruxo crecido y que logró marcar el cuarto.
