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09 diciembre 2019 Fútbol Femenino Primera Iberdrola Temporada 2019-2020 Levante - Deportivo Abanca 1-0

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“Este es un equipo ganador”. Manu Sánchez lo ha dicho por activa y por pasiva. Campeón invicto de Segunda el año pasado, en Primera sube los escalones de dos en dos, burlando los pasos de una lógica transición y compite de tú a tú contra cualquiera. En casa del Levante, tercer grande que visita de manera consecutiva, cayó inmerecidamente tras una gran segunda mitad. Capacidad de sufrimiento, fidelidad a un estilo y la insospechada mejoría física caracterizan al Depor Abanca.

1. La presión y el juego interior del Levante

Sufrió el equipo coruñés en la primera parte contra un rival que llegaba en dinámica ascendente. Salió a por todas el experimentado cuadro granota, presionó sobre el balón y lo movió rápido cuando tuvo la posesión.

No vio la pelota el Depor durante muchos minutos y es ahí donde peor lo pasa. Ya le sucedió contra el Betis durante muchos minutos y ante el todopoderoso Barcelona. El juego interior de las locales, mención especial para Gemma, Maitane y Zornoza, mezcló muy bien con la velocidad y habilidad de Banini y Eva Navarro en las bandas y los apoyos de Redondo como ‘nueve’.

Sufrió el equipo blanquiazul para aguantar el 0-0, brilló Sullastres Bajo palos, pero falló María Méndez en la marca sobre Redondo, que abrió el marcador en el minuto 44.

2. Una reacción con personalidad

Nunca tira la toalla el Depor, desdibujado en los primeros 45 minutos: apenas hiló dos o tres pases seguidos, solo realizó dos centros al área y no tiró a puerta. Regresó del vestuario enrabietado y dispuesto a tomar el control de la situación.

Sin variaciones aparentes en su tradicional 1-4-4-2 en rombo y sin cambios en el banquillo, lo que mudó fue la actitud. Si en el primer acto se cansó de correr detrás del balón y, cuando lo recuperaba, se perdía muy lejos de las zonas de peligro, en la segunda mordió más arriba, tomó el control de la pelota y empezó a pisar área rival con peligro.

3. Athenea, un terremoto contagioso

En esa tesitura crecieron las de siempre, Teresa y Gaby, claves en el juego interior blanquiazul, que se engancharon con Peke y, sobre todo, Athenea. La delantera cántabra regresaba después de dos partidos fuera por enfermedad y ejerció de revulsiva con su habitual chispa y verticalidad. 

Su movilidad y habilidad en los espacios cortos y con la pelota contrastan con la incapacidad de Michelle para generarse sus propias acciones cuando tiene el balón. La internacional sub-20 fue un terremoto que contagió al resto del equipo y por sus botas pasaron tres buenas oportunidades para empatar, pero le faltó acierto. Se le resiste el gol.

4. ¿Cuánto va a durar la gasolina blanquiazul?

Ya no sorprende el buen tono físico del Depor ante rivales que se presumen superiores en ese aspecto. El trabajo de Lucía Piñeiro al cargo de la preparación ha dado sus frutos y el equipo coruñés ha terminado mejor en varios partidos: Espanyol, Rayo o Levante.

En Buñol, el cuadro granota acusó la fatiga en la fase final de un partido que acabó partido en dos. Resistió el equipo blanquiazul a los golpes de ida y vuelta y mereció algo más, aunque acabó atacando con más corazón que cabeza.

Con diez jugadoras que acarician o superan los 900 minutos de juego en solo once partidos (990 totales), la incógnita es saber si van a aguantar este ritmo o si las suplentes van a dar un paso adelante.

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