Al Fabril le sobraron 45 minutos para aplastar a un Viveiro que hizo una excursión a Abegondo. El ‘equipo’ de Chusky, al que ayer le faltaron unas cuantas dosis para poder considerarlo equipo, dio todas las facilidades habidas y por haber al filial del Depor en la primera parte. Un recital individual de Rayco, que participó en los tres goles, y una versión resolutiva de Adri, que marcó uno y dio otro, fueron más que suficientes para conseguir el triunfo de forma holgada.
Valerón se vio obligado a hacer dos cambios en el once inicial respecto al equipo por el que apostó ante el Fisterra. Al sancionado Juan Rodríguez lo reemplazó el central canario David Suárez. El mediocentro Kanouté, al que el club no anunció como lesionado, no figuró en la convocatoria, y la otra novedad como titular fue la del extremo Javi Sánchez, que actuó en banda derecha. Villares recuperó su posición natural y acompañó a Barba en el doble pivote. Lo que no modificó el técnico del filial blanquiazul fue el sistema: el 1-4-2-3-1 se está convirtiendo en innegociable.
Al Deportivo B le bastaron dos futbolistas para desestabilizar y humillar a la línea defensiva del Viveiro. En el 1-0, Rayco rompió entre el lateral derecho y el central más próximo para colarse en el área, controlar con el pecho, acomodar la pelota y servir una asistencia espectacular de tacón para que Adri Castro marcaste a placer. El 2-0 fue un ‘yo me lo guiso, yo me lo como’ de Rayco. El extremo canario de 24 años que llegó el pasado verano el Deportivo procedente de la cantera del Lugo fue un auténtico quebradero de cabeza para el conjunto visitante. Dejo atrás a Agus, encaró a Dani Montes y el central solo supo parar al ‘17’ del Fabril dejando la pierna modo de obstáculo cometiendo un claro penalti que el propio Rayco se encargó de transformar.
El 3-0 fue el más sonrojante para del Viveiro. Jaime se lió en el centro del campo, pero consiguió evitar la pérdida con un pase atrás para Edgar, que hizo una nueva entrega en la misma dirección hacia su portero, favoreciendo la presión de Adri Castro, que le robó la cartera a Manu Cedrón. El punta coruñés recuperó la pelota, se dio la vuelta y, con la pausa en el área contraria de los grandes delanteros, cedió a Rayco para que este sentenciase el partido.
El resultado tan favorable era el propicio para que algunos futbolistas se soltasen y exhibiesen su talento, pero el 3-0 en la primera parte podía provocar relajación en el Fabril. Hubo un poco de todo.
El lateral izquierdo Guille Bueno se lanzó más que nunca al ataque y, aunque en algunas situaciones acabaron en pérdida, mostró desparpajo. Villares volvió a dar otra lección de inteligencia táctica y de competitividad tanto de mediocentro como de lateral. Valerón apostó por Peke por segundo partido seguido y volvió a dejar destellos de su calidad. El cambio de menos nivel fue el de Raúl Pescador. El ex del Getafe B dispuso ayer sus primeros minutos de la temporada.
