Iago Beceiro es un mito. Un mito roto. Llegó a la cantera del Deportivo en alevines y acabó debutando con el primer equipo en un partido de Copa del Rey. Nadie lo había hecho antes que él. Tenía 17 años y las expectativas se dispararon. Se creyó una estrella y acabó estrellado.
Tras dejar Abegondo y después de una fugaz experiencia en Ucrania (junto a Lucas Pérez en el Karpaty), no encontró su sitio entre Segunda B y Tercera: jugó en el Caudal, el Somozas, el Verín, el Astorga, el Navalcarnero y el Barco. En la última campaña solo marcó dos goles en 26 partidos. Ahora es nuevo futbolista del Arosa, un club histórico en Galicia que aspira a jugar la fase de ascenso a Segunda B por primera vez en 25 años.
Iago Beceiro nació en A Coruña allá por 1993, en los albores del SuperDépor. Se crió en el barrio de O Temple y enseguida despuntó con la camiseta del Imperátor. Llegó a la cantera blanquiazul siendo un Alevín y con los años se ganó un hueco entre los jóvenes más prometedores de la factoría de Abegondo.
Beceiro llamó la atención de la selección española sub-17 por su velocidad, desequilibrio y capacidad goleadora. En el club lo mimaron, pero algunos de sus entrenadores y empleados del club recuerdan su carácter difícil e indolente.
La llamada de Lotina cuando Iago todavía era un juvenil para jugar un partido de Copa contra el Almería y en Riazor asentó esos aires de grandeza con los que se paseaba por Abegondo. El canterano no cuajó en el Fabril y desde su salida ha ofrecido más sombras que luces.
Javi Pazos, uno más
Beceiro es uno de los dos delanteros que requería el nuevo proyecto del Arosa. El otro es Javi Pazos, que vuelve al equipo arlequinado, donde ya jugó una temporada (2014/15) a las órdenes de José Luis Uhía ‘Piscis’. Formado en las categorías inferiores del Pontevedra, antes de su paso por el Arosa jugó en el Choco.
Los dos últimos cursos militó en el Villalonga. Uno de los héroes del ascenso a Tercera, la pasada campaña anotó 18 goles en 34 partidos.
