El técnico vilagarciano David Paredes “Duvi” deja el Coruxo para iniciar una nueva etapa como primer entrenador tras ejercer de ayudante las últimas temporadas con Jorge Otero en el Arosa y el Rápido de Bouzas, y con Míchel Alonso también en el Bouzas y en el conjunto de O Vao, donde firmaron una extraordinaria campaña este año al acabar quintos en Segunda B.
“Duvi” Paredes toma la decisión después de hablarlo con el propio Míchel Alonso, que fue quien lo animó tras verlo trabajar. El ferrolano elogia al vilagarciano. “Es una persona a la que le tengo alta estima, en lo personal es de esta gente que te encuentras en el fútbol que vale la pena”, explica el entrenador del Coruxo. “En lo profesional siempre estuvo a mi lado ayudándome en todo lo que le iba pidiendo. Creo que ahora es el momento para él para poder dar ese paso, es algo que en su momento hablamos los dos y espero que pueda tener una oportunidad porque lo merece. Es una persona que se viste por los pies y no es fácil encontrar gente así”.
David Paredes, que ya dirigió al San Martín en Primera Autonómica y realizó un sobresaliente trabajo en las canteras del Pontevedra y del Arosa, cuenta ahora con la experiencia de las últimas cuatro temporadas en Tercera División y Segunda B. Un bagaje que pone en valor Míchel Alonso. “Aparte de la formación que ya tenía de salida, este tiempo que le tocó ser segundo seguro que sacó sus conclusiones, lo digo por experiencia porque a mí también me tocó ser segundo en su día. Lo único que espero es que pueda tener una oportunidad y que sea buena”.
Duvi se marcha de Coruxo por la puerta grande, que deja completamente abierta. “Todo el mundo se portó genial conmigo, desde el presidente hasta el último empleado. Con Míchel me queda una amistad de por vida, que ya traspasa lo profesional, lo mismo que me ocurrió con Jorge (Otero) y con Guillermo (Fernández)”. Duvi deja la Segunda B, “una categoría muy apetecible” porque “creo que es el momento idóneo para hacerlo, fue una decisión complicada porque estaba muy a gusto, tenía la opción de seguir pero creo que tenía que tomar esta decisión, porque si no hago ahora, con el paso de los años no lo haría”.
Una vez desvinculado del Coruxo ahora le toca esperar a que algún club deposite su confianza en él. “Un proyecto serio en el que me dejen trabajar, es lo único que espero”, dice el entrenador arousano de 38 años.l
