Diez veces se han visto las caras el Deportivo y el Victoria desde que arrancó el proyecto femenino blanquiazul en 2016 y diez veces se ha repetido el mismo resultado: triunfo deportivista. No ha ganado tanto a ningún otro rival el conjunto de Manu Sánchez. Hoy, nuevo derbi coruñés, primero y último de la temporada entre los dos equipos, que ya no comparten categoría.
El histórico ascenso a Iberdrola del Deportivo Abanca ha aumentado la diferencia, más si cabe, con su modesto vecino, un Victoria asentado en categoría nacional, pero que no dispone de los mismos medios que el transatlántico blanquiazul.
La rivalidad entre ambos se remonta al nacimiento del Depor, que compró la plaza del Orzán en la Segunda División (ahora Primera Nacional) y que antes entabló conversaciones con el club blanquinegro para firmar un convenio. Se negó el Victoria a perder su identidad, club pequeño pero orgulloso, al que siempre le ha gustado competir contra los grandes.
El Deportivo, una selección de las mejores jugadoras gallegas y con refuerzos del panorama nacional, marcó la distancia desde el primer choque, precisamente en las semifinales de la Copa Diputación 2016. Golearon 7-1 las blanquiazules y semanas después repitieron con un 11-0 de escándalo en el primer derbi liguero.
El Victoria minimizó la diferencia en posteriores enfrentamientos, pero nunca estuvo cerca de sacar un resultado positivo. Ni en el torneo copero, donde ha perdido las dos últimas finales (3-0 en 2017 y 4-1 en 2018), ni en la liga. Hoy en el terreno de juego de As Eiroas, en Carballo, tendrá una nueva oportunidad de reivindicar su papel en el fútbol femenino coruñés con su apuesta por la base. Enfrente, el campeón, más grande, más todavía desde su ingreso en la élite, y que busca su cuarto título en la competición.