Chocó contra un muro
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17º-23º

Chocó contra un muro

Chocó contra un muro
David González (d), centrocampista del Paiosaco, presionado por Sergio Santos en el partido de ayer | raúl lópez

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El Paiosaco es como la canción de verano: contagia. Aunque no te guste, contagia y, de alguna manera, te seduce. A sus fans, ¿cómo no les va a contagiar? El problema para sus rivales es que también consigue contagiarles. Le pasó ayer al Choco, uno de los equipos que mejor juego practica del grupo 1 de Tercera División. Si en el fútbol no mandasen los goles, el Paiosaco puntuaría en el partido de ayer pero, un córner mal defendido y, sobre todo, la falta de acierto en el área contraria hicieron que los tres puntos viajasen en autocar para Redondela.

Ante la falta de piezas para formar una pareja de delanteros –el único disponible ayer era Juan de Dora–, Juan Riveiro apostó por la habitual línea de cinco defensas –tal vez con los carrileros (Jorge y Pablo) más largos de lo habitual– y por una especie de rombo con mucha movilidad en el centro del campo: Javi Fuentes como ‘stopper’ aunque con más libertad que en otras ocasiones;  con Eiroa a su izquierda aportando equilibrio y buenos desplazamientos; David González, que se equivocó en más de un pase horizontal, con independencia para intervenir en muchas zonas del campo, y con César más cerca del delantero, un solitario Juan que es mucho más efectivo atacando espacios con balones en profundidad que con conducciones, sobre todo cuando las jugadas le obligan a detenerse y tener que partir de estático.

El Choco, con futbolistas de buen pie por dentro –Caloi, con un ritmo bajo; Sergio Santos, con menos influencia en el juego de la que se podría esperar; y Félix, en ocasiones muy lejos de recibir en una zona en la que poder hacer peligro real al Paiosaco– prefirió atacar por fuera, probablemente por la acumulación de futbolistas verdiblancos en espacios interiores. El equipo de Redondela se adelantó de la manera en la se deshacen las igualadas en partidos broncos, competidos o tremendamente ajustados: en una acción a balón parado. Córner ejecutado por Caloi desde la derecha y cabezazo impecable de Vitra, que se encargó de demostrar por qué  disputó 2.000 minutos en Segunda B el pasado curso.

Un minuto después, el Choco estuvo a pocos centímetros de encarrilar el partido. Martín Rafael superó a Edu en el mano a mano y sacó un tiro que Rama desvió lo suficiente como para que la bola fuese al palo y no entrase. No fue la única intervención de Rama, que hizo otro paradón en el 38, tras un cabezazo franco previo centro de Aitor con la derecha. Jorge, ‘2’ verdiblanco, pecó de novato en una acción en el 21 en la que, de haberse tirado tras recibir un pase profundo de Eiroa, el árbitro habría podido pitar penalti.

En la segunda mitad, Juan de Dora tuvo la más clara en el 46 pero su volea fue al cuerpo de Cortegoso. El Paiosaco lo intentó de mil maneras, hasta con Popi y Edu de delanteros en los últimos minutos. Era volcarse o volcarse para empatar. No hubo fortuna. Tomás sentenció en el 94.

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