Castigo a la falta de puntería
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17º-23º

Castigo a la falta de puntería

Castigo a la falta de puntería
Mujaid estuvo incomensurable en el encuentro (Javier Alborés)

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Perdonó, perdonó, perdonó y al final lo acabó pagando. Así fue el partido de un Deportivo que empató ante el Oviedo y que no aprovechó el pinchazo en Lugo del Sporting de Gijón, líder y próximo rival de los coruñeses. El equipo blanquiazul se adelantó pronto y fue superior durante más de una hora de encuentro. Sin embargo, el 1-1 del Oviedo hizo mucho daño a los pupilos de Rubén Coméndez, que se desordenaron y a punto estuvieron de tirar por la borda el buen trabajo realizado anteriormente.

El local Aarón fue el primer jugador blanquiazul en probar los reflejos de Alejandro. El centrocampista cazó un balón suelto en el balcón del área y conectó un zurdazo sin pensárselo. El portero no atajó el cuero y el propio Aarón mandó el rechace alto. Era solo un aviso pero el Depor golpeó a la mandíbula pocos minutos después. Una gran jugada combinativa entre Ortuño, Boedo y Jiménez finalizó con el centro raso del lateral izquierdo y el remate sutil y a la cepa del poste de Ortuño. 1-0 y partido cuesta abajo para los locales.

Tras unos minutos inspirados del Depor, con tiro centrado de Adrián incluido, el Oviedo se desperezó e inquietó tímidamente la portería de Chema con dos disparos sin consecuencias. No obstante, el Deportivo tenía el control del choque. Los pupilos de Rubén Coméndez no sufrían en defensa, con Joel y un inconmensurable Mujaid, y mantenían un goteo constante de ocasiones. No eran especialmente peligrosas pero llevaban el `uy' a la grada.

Primero apareció Carracedo, que se plantó en la frontal del área contraria tras una jugada personal y cedió el balón a Boedo. El extremó realizó un disparo con la zurda pero el esférico se estrelló en la pierna de un defensa y se fue a córner. En ese lanzamiento de esquina probó suerte Joel con una volea que salió desviada. El Depor estaba cargando el juego por la banda izquierda y de nuevo apareció Boedo. El de Carballo se deshizo de su par con un brillante regate pero dentro del área no acertó a poner un centro preciso. La última llegada de los locales la protagonizaron Pedro y Adrián. El extremo coruñés realizó un centro raso que el delantero portugués remató en el primer palo a las manos del arquero después de adelantarse a su marca.

El comienzo de la segunda mitad fue similar al de la primera. El Depor saltó más enchufado al campo y una nueva subida de Jiménez por el carril izquierdo desembocó en un centro medido que en este caso Pedro no acertó a rematar con precisión. Volvió a ser protagonista Pedro en el 55 pero de nuevo se le resistió el gol. El ariete recibió una asistencia de Adrián pero su vaselina no alcanzó el vuelo necesario para superar a Alejandro en el mano a mano. No fue el día del ex del Benfica. Acto seguido gozó de una nueva oportunidad tras un pase de la muerte de Carracedo pero su remate besó la red por fuera de la portería.

El Deportivo seguía teniendo la posesión, el control del partido y las ocasiones pero el marcador continuaba mostrando un ajustado 1-0. Adrián estuvo a punto de marcar con un chut potente que casi se cuela entre las piernas del guardameta y en la jugada siguiente Boedo disparó desviado. Un acercamiento tras otro sin premio. Y ya se sabe lo que sucede con los equipos que perdonan. Que lo acaban pagando. Y así fue. El extremo Francis recibió el balón en banda derecha, regateó a Jiménez y puso un centro paralelo a la línea de fondo que envió José a placer a la red. 1-1 en la primera oportunidad clara de los asturianos.

La reacción del Deportivo no se hizo esperar. Tiró de orgullo y se lanzó al ataque. A pesar del asedio de los blanquiazules, el Oviedo montó un contragolpe que estuvo a punto de significar el 1-2. Francis volvió a hacer de las suyas y asistió en el área a Sandoval. El centrocampista eligió la colocación en vez de la potencia pero su tiro lo detuvo un ágil Chema. Esta oportunidad pareció cambiar el estado de ánimo de los equipos. El Depor ya no volvió a ser el mismo y las ocasiones más peligrosas hasta el final del encuentro fueron del Oviedo.

Una pérdida de Porrúa provocó una nueva contra visitante. Francis e Isma contra Mujaid. La contemporización del central y el egoísmo de Francis dejaron en nada una clara ocasión. Acto seguido fue Bene el que probó los reflejos de Chema, que salvó a los locales en el tramo final. Así acabó el partido. El Depor perdonó cuando fue superior y empató un encuentro que incluso pudo perder en los instantes finales.

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