Borja Jiménez: "Salvar al Rápido es el objetivo más difícil de mi carrera como entrenador"
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Borja Jiménez: "Salvar al Rápido es el objetivo más difícil de mi carrera como entrenador"

Borja Jiménez: "Salvar al Rápido es el objetivo más difícil de mi carrera como entrenador"
Borja Jiménez, en su presentación con el Celta B | AC

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Fue entrenador de Segunda División B en el filial del Valladolid y, la temporada pasada, en el Izarra y no duda en sentenciar que el objetivo de esta (2017/18) con el Rápido de Bouzas es el más difícil en toda su carrera (tiene 32 años) de entrenador.

¿Se le podría pedir más al Rápido en las siete primeras jornadas de liga?
En absoluto. El equipo está mostrando una cara muy positiva para el tiempo que llevamos juntos. Estamos haciendo más cosas bien de las que esperábamos y tenemos muchas ganas de poder seguir creciendo como grupo, de que los jugadores se encuentren en un contexto en el que los permitamos mejorar y, a partir de ahí, que el equipo pueda crecer. Ojalá cada siete partidos hiciéramos 12 puntos.

¿Qué es lo que más te ha gustado de tu equipo en este inicio de temporada?
El aspecto competitivo que estamos mostrando, el no perder la cara a los partidos en ningún momento de las siete jornadas. En todos hemos tenido opciones de ganar, de empatar, de levantar los partidos. Incluso contra el Celta B tuvimos opciones hasta el final de sacar algo positivo. La cara que está mostrando el equipo en cuanto a competitividad y a no darse por vencido es muy importante.

¿Notas a tu equipo más suelto que en las primeras jornadas?
Sí, ganar es una manera de reforzar conocimientos y aptitudes. La victoria acorta todos esos plazos. El trabajo diario que estamos desempeñando todos los que componemos el Rápido es muy grande. Hay un trabajo enorme detrás dentro de las limitaciones que tiene el club, pero el cuerpo técnico y los jugadores tienen una ambición tremenda por conseguir un objetivo que a principio de temporada podía ser utópico. Sabemos que lograr la salvación en el último minuto será un éxito y seguimos con las mismas intenciones.

Una derrota en siete jornadas, ¿cuál es el secreto?
Solo una derrota y jugando en campos tan complicados como el del Pontevedra, el del Adarve, que es uno de los más difíciles este año, Celta B… ¿El secreto? El trabajo y la predisposición al trabajo. Nos hemos encontrado un grupo con muchas ganas de aprender, de asimilar conceptos en lo táctico y lo técnico… Esa competencia interna que estamos teniendo es la que nos está permitiendo competir hasta la jornada 7.

¿Cómo definirías la plantilla que manejas?
En cuanto a confección, posiblemente seamos el equipo con menos recursos para fichar jugadores. Ese ha sido un handicap muy grande a la hora de elaborar la plantilla. Tenemos jugadores que vienen de Regional, de Tercera... Hemos intentado confeccionar una plantilla que tuviera la misma ambición que tiene el club y que tengo yo en cuanto a crecimiento. Tenemos once jugadores por debajo de los 25 años. Hay filiales que no tienen tantos. La clave ha sido buscar jugadores con un perfil ambicioso de querer seguir creciendo y aprendiendo donde no primase lo económico, porque en ese aspecto no podemos hacer mucho.

¿Qué rasgos te gustaría que definiesen a tu Rápido en unas semanas?
Para mí es muy importante que los equipos sean competitivos. Me gusta que mi equipo se sienta capacitado en cualquier campo, ante cualquier rival, en cualquier contexto. Me gusta que mi equipo sea muy camaleónico, que sea capaz de adaptarse a diferentes situaciones dentro de cada partido y que los jugadores sean capaces de asimilar cada modificación para poder llevar a buen puerto lo que queremos.

¿Notas que los rivales acusan jugar en el Baltasar Pujales?
Es un campo de césped artificial con unas dimensiones no muy grandes pero no debería servir de excusa. Es el campo que tenemos, en el que entrenamos y partimos con cierta ventaja, como también partimos con desventaja cuando salimos a jugar fuera en un campo de otra superficie y diferentes medidas.

¿Te limita planteamientos el campo del Rápido?
Es cuestión de adaptarse. Está claro que, por la superficie del campo, el juego no puede ser el mismo que en otro de diferente superficie y medidas, pero es cuestión de intentar maximizar los recursos que tienes dentro de tu modelo de juego para un determinado partido ante un determinado rival. Teniendo claro qué queremos hacer y cómo lo queremos hacer da un poco igual la superficie.

El Rápido tiene uno de los presupuestos más bajos de la categoría, ¿está obligado a jugar en función del rival?
No. Desde el día 1, cuerpo técnico y jugadores tenemos claro cuál tiene que ser el modelo. Dentro de ese modelo de juego, todas las semanas existentes variantes en función al rival: detectar cuáles son sus debilidades y atacar de una manera que puedan ser más visibles y sacar rentabilidad y, al contrario, intentar ver qué puntos fuertes tiene para intentar protegernos y que no se conviertan en debilidades nuestras.

¿Eres un entrenador de un sistema fijo o lo vas variando?
No creo mucho en los sistemas de juego. Soy más de un modelo, de saber cómo queremos hacer las cosas para conseguir un objetivo y, a través de ese modelo de juego, ir modificando posiciones de jugadores, pero en función de cada situación que demande el partido. Si creyese en los sistemas, habría partidos en los que hubiese utilizado seis o siete diferentes. Eso es volver casi loco al jugador. Esto consiste en, dentro de un modelo, adaptar a un jugador a un posición en un determinado momento.

¿Cómo es tu relación con la dirección deportiva del club?
Desde el primer día estoy trabajando mano a mano con Álex Martínez. Es una persona muy afable que me ha facilitado mucho la llegada, que me ha dado libertad para confeccionar la plantilla y poder tomar decisiones en los fichajes. Estoy encantado con su trabajo.

¿Qué entrenadores tienes como referentes?
Mentiría si dijese que uno en concreto. Intento fijarme en casi todos y ver a los que tengo más cercanos. El año pasado veía a Osasuna. Cuando estuve en Valladolid, igual. Ahora tengo el Celta. Tengo admiración por lo que hace la gente pero no me sirve como modelo de ‘quiero jugar así’. Quiero construir mi propio modelo de entrenador, mi propia forma de jugar al fútbol y de ver las cosas y, al final, saco conclusiones de cada entrenador e intento coger lo que considero positivo.

¿Qué cualidades valoras más en un equipo?
Es importante confeccionar o tener un grupo de jugadores que sean sanos en el aspecto mental, que tengan muchas ganas. Para mí es importante tener jugadores contentos dentro de un grupo y rodearles de un entorno que les permita mejorar. Me gusta todo jugador que tenga calidad, que sea veloz, que sea, sobre todo, muy vertical...

¿Vertical? Cada vez hay menos extremos puros.
Los jugadores verticales son los que más me llaman la atención. En el fútbol actual hay mucho jugador por dentro, muy asociativo en pocos metros... La tendencia del extremo que va al espacio está cada vez más complicada de ver. También es cierto que cuando ves a un extremo que es capaz de encarar es el más llamativo. Yo intento que en mi equipo se combinen las dos cosas: intento rodear de buena gente por dentro para tener buen trato al balón y tener otros por fuera que me permitan ser muy vertical.

¿Eres un entrenador nervioso en lo partidos?
Me gusta ser tranquilo de apariencia, pero también intentar sacar una lectura muy al minuto de lo que está ocurriendo, del por qué e intentar tomar decisiones que ayuden a cambiar esos partidos. No concibo estar en un banquillo sin realizar ningún cambio ni modificación del sistema con el que estamos jugando, de la manera... Intento dotar al equipo de esa riqueza táctica que en determinados momentos le genere dudas al rival.

¿Cómo definirías tu carrera como entrenador?
He sido capaz de conseguir los objetivos que me he ido marcando. Es una carrera corta pero intensa. Estoy contento porque hasta este año todo lo que me he propuesto he sido capaz de conseguirlo. La permanencia del Rápido es la labor más difícil que se me ha presentado desde que soy entrenador.

¿Qué objetivos te marcas a nivel personal esta temporada?
Salvar al Rápido de Bouzas. Es el mayor reto que tengo en mi carrera deportiva. Conseguirlo sería un gran éxito. Al llegar parecía un objetivo difícil, pero al llevar unos días y ver los recursos que tenemos, parece más difícil todavía. Sabemos que hasta el último día vamos a sufrir.


SU VIDA PERSONAL
\“Lo uso, pero Twitter puede llevar a malinterpretaciones\”

¿Eres un entrenador activo en Twitter?
Es una manera de expresar opiniones. Cada vez menos lo uso menos porque hay gente de todo tipo y puede llevar a malinterpretaciones. Me gustan determinados artículos. Hay que vivir con las redes sociales y las personas que tenemos algo de público tenemos que ser consecuentes con lo que hacemos con ellas.

Uno de tus últimos RT es de una entrevista a Asier Garitano en beIN Sports.
Habla del modelo de juego, del patrón que sigue el Leganés. Lo retuiteé porque esa es mi manera de ver el fútbol. Él dice que no se casa con ningún modelo, que intenta dotar al equipo de las mayores virtudes, intenta que su equipo se adapte a ser dominador, a ser dominado, a correr... Así es como interpreto yo el fútbol.

¿Cómo es tu vida en Vigo?
Suelo madrugar. Me levanto sobre las 7 de la mañana y saco sobre dos horas de trabajo, de análisis, de preparación de partidos... Voy un rato al gimnasio a desconectar sobre las 11. Luego vuelvo y saco otras dos horas antes de comer. A partir de ahí, por la tarde, a entrenar. Después, reunión con el cuerpo técnico y reunión con la gente del club. A última hora, cuando vuelvo a casa, me gusta ver alguna serie y relajarme. Y acostarme muy pronto porque el día siguiente madrugo.

¿Te gusta la ciudad?
Vivo cerca del casco antiguo de Vigo y siempre que puedo doy algún paseo antes de dormir. Me parece una ciudad muy bonita e interesante, pero el tiempo que tenemos los entrenadores es poco.

¿Pasas desapercibido entre la gente?
En Vigo dicen que la ciudad es muy pequeña. Te conoce la gente que es de fútbol. El inicio del equipo ha sido muy bueno y todas las palabras son de ánimo y de agradecimiento, incluso de admiración por lo que está haciendo el club.


ENTRENADOR JOVEN
\“Ser trabajador y honrado es la mejor arma del entrenador\”

A sus 32 años, Borja Jiménez ya no es un novato en la categoría de bronce.

Tercera temporada como entrenador de Segunda B. ¿Cómo has llegado hasta aquí?
Empecé muy joven en Ávila entrenando benjamines con 20 años. A partir de ahí crecí en el mismo club. Tuve la oportunidad de trabajar de segundo entrenador y, tras dos años, me dieron la oportunidad con el primer equipo. Estuve en el equipo de mi ciudad, hicimos playoff a Segunda B. A partir de ahí me fui a sesiones AFE con Luis Cembranos y luego me llamó el Valladolid. Coincidí allí con Rubén Albés y, cuando él subió al primer equipo de segundo entrenador, a mí me dieron el filial. Esa fue mi primera temporada en Segunda B. La pasada temporada entrené el Izarra desde la jornada 8 y este verano he llegado al Rápido.

¿Qué inconvenientes tiene ser tan joven en una categoría como esta?
No he detectado muchos inconvenientes en cuanto a la edad. Creo que son más las ventajas. Ser un chico joven y estar a la última en cuanto a la tecnología, tener un trato cercano al jugador y que él vea que puedes comprender como óse siente... Todos son factores positivos que te ayudan. Con 32 años no tienes experiencia, pero ya son tres años en la categoría. El fútbol está avanzando día a día y estás dentro o fuera. Entrenadores que tengan 50 años y lleven tres sin entrenar aunque tengan 16 en Segunda B creo que están más desactualizados que los que estamos en el día a día aunque la experiencia sea menor.

¿De qué manera convence un entrenador joven sin gran experiencia como futbolista a un jugador?
Es muy importante que el entrenador sea consecuente durante toda la temporada con las decisiones que toma. No creo que sea necesario tener experiencia o haber sido futbolista para convencer a nadie de por qué hay que hacer las cosas. El jugador debe verte mantener una misma línea en tu toma de decisiones, que eres consecuente en la manera de actuar. El ser siempre honrado y trabajador es la mejor arma para que un futbolista confíe en su entrenador.

¿Te consideras un entrenador cercano al futbolista?
No concibo la forma de entrenar que no sea desde la cercanía al futbolista. Es muy importante que el jugador se sienta arropado. Tenemos que conocer, a lo mejor de manera indirecta, la necesidad que un jugador puede tener en algún momento de la temporada y la única manera que hay de saberlo es estar cercano a él a través del propio entrenador o del cuerpo técnico y apoyarle y darle lo que necesite. Si el jugador percibe que estás pendiente, que te preocupas de sus situaciones, al final su rendimiento es mayor.

Borja Jiménez: "Salvar al Rápido es el objetivo más difícil de mi carrera como entrenador"

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