El Paiosaco sacó adelante un partido trascendental en la lucha por la permanencia tras imponerse al Ribadumia en A Porta Santa en un choque con muchas alternativas.
El dominio del primer tiempo no fue del Paiosaco. “Sabíamos que el Ribadumia plantearía un partido como el que hizo y que nosotros teníamos que esperar que cometiesen algún error y aprovecharlos, pero no creía que nos hiciesen correr tanto. En la primera parte, ellos tuvieron el balón casi todo el tiempo y nosotros, cada vez que recuperábamos, no lográbamos mantener la posesión”.
La tensión fue máxima entre quinto y cuarto por la cola. “La presión se notó en el partido, sobre todo en los pases en zonas peligrosas porque podrían acabar en una situación de gol para el rival. Intentamos no cometer errores que nos pudiesen costar caro”.
Bilal explica lo que le da y le resta al Paiosaco jugar con línea de cinco defensas o con línea de cuatro. “En defensa sufrimos más cuando jugamos con las dos líneas de cuatro porque los rivales consiguen crearnos problemas por dentro. En cambio, en ataque jugamos mejor con ese sistema”.
La estrategia
El balón parado fue fundamental para que el Paiosaco consiguiese los tres puntos contra el Ribadumia. “Siempre me quedo en la zona del rechace y pude ver los dos goles desde la frontal del área. Trabajamos mucho las jugadas a balón parado, tenemos jugadores que van muy bien de cabeza y somos peligrosos en ese tipo de acciones”. Los remates de Otero e Iriso fueron inapelables pero los centros… “Josiño las está poniendo bastante bien en los últimos partidos y el viento a favor también pudo ser un factor importante para hacer daño al Ribadumia”, explica Bilal.
Con el gol de Otero, el Paiosaco se puso por delante y con el de Iriso prácticamente sentenció. “Celebré más el primero. Cuando marcamos el 2-0 ya cerca del final, el Ribadumia podía recortar distancias pero era más difícil que se nos escapase la victoria”.
La afición
Una vez más, A Porta Santa volvió a llevar en volandas a su equipo. “Creo que va a ser muy difícil que me encuentre a una afición tan espectacular como la del Paiosaco, que nos empujan muchísimo. Gracias a ellos siempre damos un poco más”.
Superado el minuto 90 y con 2-0 a favor, el carrillero del Paiosaco sacó fuerzas para una última subida. “Vi que el jugador del Ribadumia iba a controlar y salté a presionarle, me fui de Gabi y le di el balón a Otero. Pensé que iba a meterse hacia dentro y tirar a portería pero volvió a dármela y no dudé en pegar cruzado. Cuando el balón entró, me quité la camiseta y fui a abrazar a mi hermano”, recuerda.
La permanencia está un poco más cerca para el Paiosaco, pero “yo no me fío del todo. Dependemos de nosotros mismos y, aunque nuestros rivales directos tienen partidos difíciles, siempre puede haber sorpresas como las dimos nosotros contra el Racing o el Compos”, explica.
Los piques con el míster
Conocidas son las broncas de Juan Riveiro a Bilal. "No estoy acostumbrado a que me den tanta caña como lo hace Juan. A veces tenemos los típicos piques entre entrenador y jugador como los puede tener cualquiera, pero tenemos una buena relación”.
