Sube la marea
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Sube la marea

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Jorge Sanz fue el máximo anotador del conjunto herculino, cuyos cinco titulares alcanzaron los dobles dígitos | Patricia G. Fraga

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BASQUET CORUÑA 93 - 74 FORÇA LLEIDA

El Basquet Coruña cerró su semana de resurrección con una contundente victoria frente a un mermado Lleida, aunque esto no desmerece el éxito de un equipo herculino que no se parece en nada al de las cinco primeras jornadas, y en el que (re)debutó Zach Monaghan.

Al igual que en Ourense, los pupilos de Gustavo Aranzana se la jugaron al tres. Y el tres volvió a ganar. Pero no fueron solo los triples (10 de 19 en la primera mitad). Fue la velocidad, la movilidad, cinco jugadores involucrados en el ataque y comprometidos en la defensa. Demasiado para un rival sin tres titulares (Derksen, Mbaye y Karena), que en un abrir y cerrar de ojos se vio casi 10 puntos abajo (12-4).

Dos triples (Cooney y Chuku) abrieron fuego en el segundo cuarto y Sanz firmó el +15 (36-21), momento en que ingresó en pista Monaghan bajo una tremenda ovación. Mientras, Djukanovic era prácticamente el único soporte del Lleida, que llegó al descanso ‘solo’ 17 abajo (50-33) porque los locales se pasaron de revoluciones en algunas jugadas.

Susto y solución
La segunda mitad no podía arrancar de otra manera: triple de Cooney. Un 2+1 suyo elevó al marcador una nueva renta máxima (61-39), pero a partir de ahí, el Coruña encajó un parcial de 0-12, con 9 tantos de un Feliú que castigó la laxa defensa de Flis.

De tres en tres –la misma moneda– reavivaron los de Borja Comenge el partido. Aranzana lo paró. Mano de santo. El ingreso de Chuku (dos de sus 3 tapones fueron en este tercer periodo) en el rectángulo solidificó la defensa naranja. Y el ataque lo agradeció con un parcial de 10-0 que mató defenitivamente la batalla.

Con 74-54 echaron a andar unos 10 minutos finales de trámite. Aunque, por si quedaba alguna duda, el Coruña dejó a su rival sin lanzar en los 24 segundos dos veces en los dos primeros minutos.

33 valoración Jorge Sanz sigue en modo MVP y cerró el partido con 33 de valoración, gracias a 18 puntos, (2/3 en triples y 8 /8 en libres) 3 rebotes, 8 asistencias y 7 faltas recibidas

Aranzana mantuvo muchos minutos en pista a Monaghan y este levantó a la Palacio con una maravillosa asistencia sin mirar a Flis. Pero la red se le resistió: 0 de 1 en tiros de 2 y 0/4 en triples. La ansiedad, suya y de la afición, por celebrar los primeros puntos de su nueva etapa naranja, acabó por pasarle factura.

Era lógico. Y nadie le importó. Lo relevante, imperativo, era dar continuidad a las sensaciones del miércoles en el Paco Paz de Ourense. Demostrar que el acierto del derbi no fue flor de un día, y también que el cambio de los pocos puntos a la exuberancia anotadora le sienta de maravilla a una ‘marea naranja’ que por fin sube.

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