Reconstrucción fresca
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Reconstrucción fresca

Reconstrucción fresca
27 septiembre 2018 Baloncesto Teresa Herrera Basquet Coruña-Ourense 72-85

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La enésima reinvención del cuadro herculino, que solo mantiene a tres jugadores del curso pasado (Monaghan, Ferreiro y Abia, estos dos últimos tuvieron, en la fase regular, un papel casi testimonial), cambia la apuesta de Gustavo Aranzana: de la defensa al juego rápido y vistoso.

Al menos eso es que lo que ha pintado una pretemporada corta en partidos y no demasiado significativa por las ausencias en varios compromisos. El plantel parecía ‘raro, algo descompensado, hasta que llegó el último fichaje, Quinton Stephens, para apuntalar el juego interior. El ‘4’ estadounidense está produciendo mucho desde el mismo día de su debut, no así el último en aterrizar –problemas con el transfer– en A Coruña, el ‘combo guard’ Braxton Ogbueze, a quien parece que le está costando adaptarse. En su defensa cabe señalar que la pasada campaña se la pasó en blanco y solo jugó 3 partidos con su selección , Nigeria.

La batuta la volverá a llevar Monaghan (25 años), con Abia (25), Bulic (26) y Pino (único treintañero del plantel) completando el cuarteto de veteranos. Los otros con experiencia en Oro son Ferreiro (20) y Carlos Martínez (22), quien regresa al club donde se crió.

Todos importantes
Los encuentros de preparación han dejado, entre otras, la sensación de que todos los nuevos pueden anotar, lo que hace del BC un equipo bastante imprevisible. Tanto Uchendu –cedido por el Obradoiro– como Araujo ofrecieron buenas prestaciones en la pintura antes de la llegada de Stephens.

Bulic y Pino son jugadores de solvencia probada, Louissant ha mostrado cualidades interesantes a ambos lados de la pista y Sabin que es un tirador letal, mientras que Carlos Martínez apenas ha podido jugar por lesión, aunque se trata de un alero muy completo en vías de explotar. Por último, queda ver si Ogbueze es el base escolta que brilló en la universidad de Charlotte.

Objetivos ‘elásticos’
Los objetivos, aunque el club no se moja, son los mismos que en campañas precedentes: meterse en los playoffs, y una vez dentro, que sea lo que Dios quiera. Sin renunciar a nada, por supuesto.

La temporada es muy larga y la competición muy igualada, por ello es más importante llegar con la mejor inercia posible a los playoffs –sin descuidarse antes, claro– que una fase regular descollante. El pasado curso ese fue el plan –o al menos lo pareció–, y no salió nada mal: el ahora ACB Manresa estuvo a puntito de caer en cuartos de final.

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