No cabe duda que el taekwondo es uno de los deportes que más alegrías da a Galicia. Una de las últimas se produjo a finales del año pasado. Se celebró el Mundial de Poomsae (modalidad sin contacto) y, en una de las categorías, el trío del club Han’s Horang-i de Betanzos consiguió la medalla de bronce. Con el aliciente de que las componentes del equipo son una madre (Begoña Veiga) y sus dos hijas: Ana Llin Shin, de doce años, y Jessy Sun Shin, de diez.
Ese era uno de los requisitos que hubo que cumplir para poder participar. Que cada equipo tuviera al menos miembros de dos generaciones diferentes.
El Mundial se dividió en dos competiciones, una de categoría G2 Poomsae y otra Open. En esta última estaban las representantes del club brigantino. El campeonato se desarrolló online, por lo que tuvieron que enviar sus vídeos para que los árbitros los evaluasen.
Esperanza
Según comenta Begoña Veiga, “cuando empezamos a ver los vídeos de otros rivales vinos que quizás podíamos conseguir alguna medalla”. Eso sí, lamenta que, en dúos, no pudieron subir al podio. “Estuvimos cerca, pero no pudo ser. Yo competí con Ana, mientras que Jessy lo hizo con su padre, Seung Han Shin Jang, que es coreano”.
Para Begoña, “es muy bonito poder compartir una actividad los padres con los hijos. Y este año, que hemos tenido que estar confinados, ha sido una buena manera de pasar tiempo juntos”... Y mucho mejor ganando una medalla en un Campeonato del Mundo.
Según explica la taekwondista, el Han’s Horang-i “es un club pequeño, que formamos alrededor de cuarenta personas. Empezamos en 2008. Para nosotros el deporte y la competición son importantes. Pero también tenemos gente que no quiere competir. De todas formas, nos preocupa mucho enseñar valores como el respeto, la educación o la disciplina”.
Para este año 2021 que acaba de empezar, “esperemos volver a competir en el Mundial, que creemos que será presencial y en Corea”. Pero antes “estamos esperando a ver si nos dicen las fechas del Campeonato Gallego”.
Eso sí, reconoce que no será fácil conseguir la clasificación para otro Mundial. “Tanto en Galicia como en España el nivel es muy alto”, comenta Begoña.
