El Basquet Coruña dio la sorpresa en el Javier Imbroda, con una segunda parte excelente que hizo olvidar la floja del derbi ante el Ourense y le llevó a la décima victoria del curso.
Uchendu abrió el fuego, pero esa canasta inicial fue la única de la ‘marea naranja’ en los tres pirimeros minutos (9-2). Sin embargo, dos pérdidas de balón seguidas de los locales dieron alas a los visitantes, que con un parcial de 0-7 se colocaron a rebufo (13-11).
Pino y un mate de Uchendu mantuvieron la igualdad, hasta que un carrusel de cambios en los dos equipos deparó un par de minutos de errores, tendencia que el cuadro norteafricano rompió con un 6-0 para cerrar el cuarto (22-15).
De parcial en parcial
El descanso le sentó bien al BC, que inició el segundo igual que su rival había terminado el primero: 0-6, lo que obligó a Alejandro Alcoba a parar el encuentro. Un tiempo muerto que, en principio, no surtió efecto, puesto que sus jugadores agotaron una posesión entera sin lanzar y Monaghan devolvió la delantera al Coruña (24-25). Con 31-29, Alcoba pidió otro receso y Agada se lo pagó con cinco puntos seguidos, los últimos de un trabado periodo que mandó el duelo al descanso con 36-29.
La recuperación naranja llegó de la mano de Monaghan, que en la primera mitad anotó dos tantos, ocho menos que en los siete primeros minutos del tercer cuarto –del que los locales se ‘fueron’ temporalmete después de dos técnicas casi seguidas– los cinco últimos como parte de un 0-7 que dio al Coruña un pequeño colchón (42-46), pero que el conjunto norteafricano anuló con otro parcial final de 6-0 (48-46).
El cuarto de la verdad arrancó con intercambio de golpes (57-57), hasta que entró en acción Carlos Martínez. El alero herculino cocinó él solito el parcial de 0-6 que elevó al marcador una renta visitante de más de dos canastas (57-63) a 1:30 para el final.
Veintiún segundos después, un triple de Bulic estiró la ventaja (59-66). Entre Franch y los libres anotados por Vucetic frenaron la escapada, pero Monaghan y Pino, con dos aciertos por barba desde la línea de 4.60 metros, certificaron la décima victoria en una cancha talismán para Gustavo Aranzana. Ayer no fue un triunfo tan contundente como el del curso pasado (58-85), pero sí más importante, porque deja la zona peligrosa a tres victorias de distancia.
