Marc Grau es uno de los componentes no gallegos del Liceo que permanece en A Coruña. “Estamos aquí esperando a ver qué pasa. De todas formas, tiene pinta de que va a ser para largo”.
Por ello, indica que “me estoy planteando regresar a Cataluña. Me tendré que informar, porque no sé si me van a dejar. De todas formas, tengo la residencia allí”. Y es que una de las cosas que peor lleva Marc Grau en la actual situación es no poder pasar estos momentos con los suyos. “Hablo todos los días con ellos. Somos una familia no solo muy grande, también muy unida. No solo nos llevamos bien entre los hermanos, también por nuestros tíos, mis abuelos, mi madre…”.
El ariete gerundense no duda en decir que está “aburrido”, y que “hago algo de ejercicio, pero no es lo mismo que entrenar en la pista”. Para cada día tiene una rutina habitual. Ejercicios por la mañana y por la tarde, con las obligadas paradas para comer. Eso sí, en las horas vespertinas hace algo diferente a lo que realizan sus compañeros del Liceo. “Soy odontólogo y un grupo de colegas están realizando una serie de conferencias online. Me parece una actividad muy interesante. Está bien hacer cosas que antes no podías”.
Como el resto de la plantilla del Liceo, Marc Grau lamenta no poder estar disputando estos días la Copa del Rey. “Eran cuatro días que iban a ser una fiesta, por jugarla en el Palacio con buena parte de la ciudad apoyándote. Pero bueno, a ver si se puede llevar a cabo en la nueva fecha que puso la Federación”.
Preguntado sobre si cree que colocar la Copa entre el 4 y el 7 de junio ha sido una decisión precipitada, opina que “eso lo veremos con el tiempo. Lo que está claro es que en este deporte hay que planificar”.
Marc Grau también señala que “es una pena este parón, porque ahora venían los partidos decisivos. La Copa, los cuartos de Europa, los playoffs de la OK Liga… Estos dos meses eran los más bonitos. Pero pasó esto y ahora es lo más importante”.
