El Liceo disputó ayer su cuarto compromiso de la pretemporada, y el primero en casa. Aunque en principio el duelo estaba programado que se celebrase en el pabellón de Elviña, finalmente tuvo lugar en Riazor. Enfrente estaba otro de los grandes del hockey mundial, el Oporto, que había doblegado al equipo de Juan Copa hace siete días (6-4) en pista lusa. Sin embargo, esta vez ganaron los verdiblancos, por 3-2, gracias a un gol en los últimos instantes de César Carballeira.
Un triunfo de prestigio para el Liceo, el segundo que consigue (despues del logrado en Barcelos) en una pretemporada en la que también ha habido la citada derrota en el Dragao y el empate en la pista del rival de mañana, el Valongo.
Comenzó bien para el equipo herculino el encuentro de ayer por la tarde. A pesar de lo raro de la situación (sobre todo por el hecho de que no había público), el Liceo no tardó en marcar. En el minuto 3, el capitán Dava Torres batía a su excompañero Xavi Malián. Y en el 12, Maxi Oruste ampliaba la ventaja verdiblanca (2-0).
Un comienzo que nada tuvo que ver con el anterior duelo contra el Oporto, en el que los de Juan Copa perdían en el descanso por 4-0 y llegaron a ir incluso 5-0 en contra.
Reacción
Sin embargo, el conjunto luso es un grande, y no estaba dispuesto a dejarse ganar. Ni en un amistoso. El Oporto se planteó la reacción y la consiguió. Gracias a las dianas de Gonçalo Alves en el tramo final de la primera parte (minutos 20 y 24), los portugueses restablecían la igualdad (2-2), resultado con el que se llegó al descanso.
Como se suele decir, en la segunda mitad empezaba un partido nuevo. Pero ya se nota que los equipos cada vez se van metiendo más en los partidos. Y, aunque sean amistosos, cada vez se los toman más en serio. Un dato: si en los tres encuentros de la semana pasada en Portugal el Liceo encajó una media de casi cinco goles por partido, en el de ayer solo recibió dos.
Tras el descanso, el partido fue más tranquilo, pero con los dos equipos con ganas de anotar ese tanto que les asegurara la victoria.
Y cuando parecía que el choque iba a concluir en tablas, César Carballeira, el jugador que vuelve al Liceo esta temporada tras dos en el Reus, conseguía el definitivo 3-2. Y, aunque se tratase de un choque amistoso, ganarle a un equipo como el Oporto siempre otorga una satisfacción especial.
Hoy, a las cinco de la tarde, de nuevo en Riazor, el Liceo se enfrentará a otro equipo portugués, el Valongo. l
