Charlie Uzal, técnico ayudante de Sergio García, destaca de la situación actual provocada por el Covid-19 “la incertidumbre”, tanto a nivel social como deportivo y considera que “si se aplazan cinco o seis jornadas” la LEB Oro tendrá casi imposible cumplir su calendario.
“Entrenamos por última vez el miércoles pasado y luego mantuvimos una reunión con los jugadores para explicarles la situación”, relata Uzal, quien subraya que el jueves fueron al Palacio con la intención de trabajar “pero no nos dejaron”.
El exjugador del Basquet Coruña cree, además, que el parón deportivo se alargará y que ello podría traer otro tipo de problemas. “Entiendo que haya jugadores que puedan tener dudas y puedan pensar en marcharse. Algunos son muy jóvenes, cada uno tiene su cabeza... Entiendo cualquier decisión que puedan tomar, que quieran pasar por esto al lado de su familia y sus amigos”.
Unos jugadores para los que el cuerpo técnico de la ‘marea naranja’ ha dispuesto un plan de entrenamiento doméstico. “Les hemos pasado unos vídeos con los ejercicios que de deben hacer. En caso de que esto se alargue se los iremos variando para que no resulte tan monótono. No es lo mismo, claro, pero no se peude hacer otra cosa. Mientras, los técnicos vamos a la oficina a hacer labores de scouting”.
Uzal puntualiza que tras el cierre del Palacio de los Deportes de Riazor el club sopesó la opción de intentarlo en un recinto deportivo privado, opción de escasa vigencia por el cierre oficial de todos poco antes del pasado fin de semana.
Y si...
El anuncio de la ACB, en la tarde ayer, de que extenderá su parón hasta al menos el 24 de abril no hace sino aumentar la incertidumbre. “Qué pasará si se suspende definitivamente la liga? ¿Cómo se resolverían los ascensos y descensos?”, se pregunta Charlie Uzal.
“Si reanuda algún día, algún equipo al que se le hayan marchado jugadores estará en inferioridad respecto a los que conserven a toda su plantilla”, destaca el técnico, quien remarca que, por ejemplo, el protocolo de la ACB para casos de esta índole es no reanudar de golpe la competición, sino que antes es obligado “hacer como una pequeña pretemporada, una fase de readaptación”.
Una medida inteligente, y lógica, ya que una inactividad larga en medio de la temporada, con solamente entrenamiento doméstico puede ser una bomba de relojería para el físico. “Imagina la diferencia entre pasar de dar saltos en casa a, por ejemplo, hacer un sprint en la cancha. Es un peligro, una causa de lesiones”, asegura Uzal.
“Todo esto es muy complicado –prosigue–. La incertidumbre de no saber la duración exacta de la inactividad. Es terrible, una gran faena”, subraya un Charlie Uzal a quien, como a muchos españoles, estar encerrado en casa –a pesar de ser todavía durante pocos días– empieza a pasarle factura en modo de tedio y ‘mono’ de acción. “Pero es lo que hay y hay que hacer las cosas”, sentencia el segundo entrenador del actual tercer clasificado de la LEB Oro.
