“No es un deporte profesional y los jugadores tienen que buscarse la vida trabajando”
lll
17º-23º

“No es un deporte profesional y los jugadores tienen que buscarse la vida trabajando”

“No es un deporte profesional y los jugadores tienen que buscarse la vida trabajando”
02 enero 2019 Fútbol Playa Nico Alvarado y Jaime Paz, seleccionador y ayudante de Bielorrusia de Fútbol Playa

Usuario

¿Cómo surgió todo?
Nico: Surgió hace dos años por medio de Amarelle. Me propuso la opción de entrenar a la selección bielorrusa. El primer año fuimos Darío y yo y desde el año pasado vino Jaime. 

¿Cuál fue la primera impresión cuando llegaste a Bielorrusia?
N: Cultura nueva y diferente, gente diferente, mentalidades diferentes… Prácticamente era todo nuevo para mí y tuve que adaptarme a ellos.

Los bielorrusos son muy cerrados, acostumbrados a hacer dos o tres cosas 

¿Por qué se caracterizan los bielorrusos a nivel futbolísticos?
N: Es gente muy cerrada, acostumbrada a hacer esas dos o tres cosas que tienen en mente. La primera impresión de la selección fue la de un equipo muy defensivo. Nosotros íbamos con otras ideas para darle otro aire y otras iniciativas a nivel de juego. 

¿Cómo ha sido la primera experiencia de Jaime en el fútbol playa?
Jaime: Los primeros meses alucinaba porque no conocía el deporte. Solo recordaba ver partidos cuando jugaban Rami (Amarelle) y Nico y era algo que llamaba mucho la atención por lo espectacular que parecía. Mi idea de entrenamientos es la que llevaba a cabo en el fútbol y había cosas que se podían trasladar y cosas que no. Fue una etapa de adaptación brutal para darme cuenta de qué se podía hacer y qué no…

Intentábamos darle vueltas a todo para ser dominadores y llevar la iniciativa. Soy muy pesado, me gusta ser protagonista y me da igual que sea fútbol playa, balonmano, voleibol… No es fácil porque la mentalidad de los jugadores es jodida ya que no aceptan el error. Es difícil cambiar comportamientos y conductas en jugadores que ya tienen unos hábitos adquiridos y por eso en los jóvenes es mucho más fácil. 

Tus equipos de fútbol se caracterizaban por la conducción, la circulación… ¿Se puede hacer eso en fútbol playa?
J: En lo de circulación discrepo un poco, pero… Hay equipos de fútbol playa que son de jugar y dominar y nosotros buscamos eso. Creo que tenemos mimbres para hacerlo. 

¿Cómo se domina en fútbol playa teniendo en cuenta la superficie?
N: Con mucho manejo de balón, con mucha mejora a nivel técnico. Lo que hay que controlar es la superficie y si eres capaz de controlar bien, de dar buenos pases, de colocarte bien, consigues dominar. Si simplemente vas a jugar por fuerza, estás muerto. Nosotros estamos intentando mejorar el equipo a nivel individual para dar un salto de calidad. 

¿El balón tiene que ir continuamente por el aire?
N: Portugal, por ejemplo, juega mucho por abajo. Domina mucho la conducción, el pase corto, el pase y apoyo. Lógicamente, el público general tiene la idea de fútbol playa de pases por arriba y de chilenas y también se hace porque si no se tiene un gran dominio técnico lo más simple es jugar para arriba. 

J: A nivel de especificidad condicional metemos mucha tarea jugada pero individual y eso hace tener una velocidad gestual muy importante. Portugal es un equipo que juega mucho por abajo y lo que más me gusta de ellos es que es capaz de jugar en espacios muy próximos al rival con el balón dominado. Rusia, por ejemplo, también es un equipo dominador pero lo hace con el juego aéreo. Me gustaría que nuestra selección se acercarse más a Portugal, aunque nosotros no tenemos ese nivel de habilidad. 

¿Cómo es la táctica en fútbol playa?
J: No hay mucha diferencia respecto al fútbol. Intentamos hacer daño al rival y que no nos haga daño a nosotros. A veces se intenta hacer todo muy complejo cuando en realidad es más simple. Buscamos movilidades, relaciones e interacciones para hacer daño al rival. Tenemos algunos automatismos, pero la movilidad nos da una variabilidad brutal porque cada acción que hacemos es diferente ya que el pase y el control son diferentes. La interpretación del jugador es fundamental y por eso la táctica no es muy diferente respecto a otros deportes. Por ejemplo, el balonmano puede parece que es solo circulación, llegar al extremo y liberar pero, en realidad, es todo lo que se pueda plantear. 

N: Lo más importante es que los jugadores sepan comprender lo que tienen que hacer en cada momento. 

El balón sale fuera constantemente. ¿Cobra más importancia el balón parado?
J: Es importante. En el primer año hicieron muchos goles a balón parado y el año pasado algo menos pero porque creo que tuvimos más continuidad en el juego y, por tanto, menos opciones a balón parado. 

Tengo pasión por esto porque si no no estaría lejos de la familia y de los amigos 

¿Estáis bien valorados a nivel económico?
N: Cobramos lo suficiente como para ir a trabajar allí. La propuesta económica es importante a la hora de tomar una decisión pero la deportiva es la que me decantó. Vemos que tenemos posibilidades de crecer con el equipo y de dejar nuestra huella. 

J: Es algo que nos permite vivir. Yo tengo pasión por esto porque si no ya no estaría en el fútbol base o ahora en el fútbol playa lejos de la familia y de los amigos. 

¿Tenéis a todos los jugadores en Bielorrusia?
N: Es un pequeño problema que tenemos nosotros y que existe en el fútbol playa a nivel mundial. Como no es un deporte profesional al 100%, los jugadores cobran pero no una gran cantidad y tienen que buscarse la vida jugando ligas, trabajando y demás. Dentro de nuestras posibilidades, les exigimos que estén con nosotros y les ocupamos mucho de su tiempo.

J: Nosotros requerimos su disponibilidad para entrenar con nosotros unos 15 días al mes y eso es mucho para una selección.

¿Sois más un equipo que una selección o también seguís a futbolistas que no están habitualmente en la selección?
J: En Bielorrusia hay liga de fútbol playa y nosotros hacemos un seguimiento cada fin de semana desde que empieza la liga hasta que acaba. Si hay nueve o diez equipos, valoramos a todos los jugadores y vemos posibles incorporaciones. En octubre hicimos en Moscú un ‘training camp’ al que llevamos a mucha gente joven a probar. 

En algunas selecciones de fútbol playa hay jugadores nacionalizados. ¿Y en Bielorrusia?
J: Hay posibilidades de nacionalizar. Portugal, por ejemplo, tiene a cuatro brasileños, pero nosotros, de momento, tenemos solo a bielorrusos.

¿Han llegado a ofreceros jugadores para que se nacionalicen con Bielorrusia si ven más opciones de que jueguen?
N: No es tan fácil nacionalizar a un jugador porque hay que ofrecerle algo importante para que le interese cambiar de nacionalidad y a nivel económico no estamos en una situación tan favorable como para que se dé. 

J: Tenemos un rango de captación muy corto porque hay muy poca gente en el país que juegue al fútbol playa. Si a nosotros nos falla un jugador, tenemos problemas. Nos falló el portero en una competición y nos condicionó el juego porque es uno de los mejores de Europa. Hemos tenido suerte porque los que hemos llevado lo han hecho bien pero no son de nivel tan ‘TOP’ como el portero del que hablo.

Por mérito creo que estamos más arriba que en el quinto puesto de Europa

Sois la quinta selección de Europa. ¿Tenéis jugadores que no se dedican exclusivamente al fútbol playa?
J: Por mérito deportivo creo que estamos más arriba que en el quinto puesto de Europa. Yo soy bastante crítico pero, sinceramente, creo que merecíamos más. 

N: Profesionales del fútbol playa tenemos tres jugadores. Los demás trabajan.

¿Hay expectativas de que el fútbol playa sea deporte olímpico?
N: Puede haberlas pero hay muchos factores en contra para que se pueda llevar a cabo. Para empezar, para que un deporte sea olímpico tiene que haber un número mínimo de licencias y de países federados en el mismo. Además, en una olimpiada hay un número de participantes y un número de deportes fijos. Tendría que salir un deporte con ‘x’ participantes para que pudiese tener cabida otro, así que por ahora se antoja complicado.

El Celta quiere que se le presente un proyecto

Nico lleva dos años en Bielorrusia. Jaime estuvo en 2018 y por el momento no tienen claro cuanto tiempo seguirán trabajando en Minsk. Volver a España sería un lujo pero no resulta tan sencillo por el momento.

¿Hasta cuándo estaréis en Bielorrusia?
Jaime: Yo voy con Nico, así que lo que él decida. 
Nico: Mientras a nivel deportivo haya opciones de mejorar, las condiciones que nos ofrezcan sean interesantes y quieran contar con nosotros, seguiremos allí. En 2019 seguiremos. Vamos a ir de pasito a pasito.

¿Por qué no en España?
N: Nosotros tenemos exclusividad con Bielorrusia. Evidentemente, cuanto más cerca de casa, mejor, pero a nivel de clubes no hay una liga tan potente y en cuanto a la selección es muy difícil porque llevan con el mismo entrenador 22 años. 

¿Hay más opciones de que se profesionalice el fútbol playa en España que en otros países?
N: Aunque todavía hay que dar muchos pasos, últimamente se está mejorando bastante. El Levante está trabajando muy bien, el Cádiz también se va a meter…

¿Y el Depor?
J: Hace poco estuve en A Madroa y me comentó Carlos Hugo, el jefe de cantera, que hablase con Ramiro Amarelle para que les propusiese un proyecto porque van a meter un cajón de arena en la Ciudad Deportiva. Los clubs tienen interés porque la arena está muy bien para temas de rehabilitación. Seguramente Natxo González estaría encantado de tenerlo en Abegondo.

Creo que podíamos haber conseguido más a nivel deportivo

Exigentes, autocríticos, inconformistas, insistentes. A Nico Alvarado y Jaime Paz no les basta con ser la quinta mejor selección de Europa. Quieren más.

¿Habéis cumplido los objetivos en 2018?
N: A nivel de objetivos, el año pasado hemos conseguido lo que nos hemos planteado, pero nos hemos quedado con un sabor amargo porque a nivel deportivo creo que podíamos haber conseguido mucho más.

¿Cuáles serán los objetivos de 2019?
N: Este año tenemos que dar mucho más porque, a nivel de competiciones, tenemos las más importantes: clasificatorio para el Mundial, Mundial, Juegos Europeos en casa.

¿Son esos Juegos Europeos en Bielorrusia el gran objetivo de este 2019?
J: Tenemos que hacer medalla sí o sí. A nivel social puede ser un crecimiento muy importante para la selección.

¿Cómo son vuestras instalaciones en Bielorrusia?
N: A nivel de infraestructuras, las instalaciones son mejores que en España. En Bielorrusia hay dos estadios, en España se ponen dos porterías en una playa y ya hay un campo.

¿Es muy complicado llegar a ser profesional del fútbol playa?
N: Mucho porque, como cualquier otro deporte minoritario, te obliga a tener un trabajo extra. En muy pocos casos se puede vivir al 100% del fútbol playa.

¿En qué estado se encuentra el proceso de profesionalización del fútbol playa?
N: Se están dando muchos pasos hacia delante. Desde el año 97, cuando empecé yo, a ahora es otro deporte completamente diferente en cuanto a competición y preparación. Empecé cuando el fútbol playa todavía estaba en pañales y poco a poco se va profesionalizando.

¿Qué hace falta para que se dé un empujón?
N: Dinero.

¿Te costó dar el paso de jugador a entrenador?
N: Yo prefería jugar, pero es el paso lógico y creo que tengo suerte por seguir vinculado al deporte al que siempre he jugado. 

Desde el banquillo, aún te salen cosas de jugador?
N: Me salen más cosas de jugador que de entrenador, sobre todo en los partidos: el impulso, el nervio, las ganas...

En la zona de A Coruña y en la Liga da Costa también te recuerdan como futbolista.
N: El fútbol playa era un deporte estacional. Ahora hay más competiciones todo el año, pero antes era solo en verano. Por eso jugaba en equipos de fútbol, para mantenerme en forma y, cuando iba a la Costa, para sacar unos durillos (risas). 
 

“No es un deporte profesional y los jugadores tienen que buscarse la vida trabajando”

Te puede interesar