Borja Sánchez atraviesa por un momento dulce. No está siendo una temporada sencilla para el piloto de Abegondo, que ha tenido que recurrir al ‘crowdfunding’ para financiarse. Y tampoco lo ha pasado bien en aquellos circuitos en los que nunca había rodado, como la semana pasada en Brno... Pero nada parece que pueda parar a su Kawasaki, que cruzó en tercera posición en el trazado checo. Y en las dos carreras anteriores, había sido tercero y segundo. En pocas semanas, Borja ha pasado de parecer estar ‘gafado’ para el podio a pisarlo de manera habitual. Y, lo más importante: se ha colocado segundo en la general, a veinte puntos del liderato y todavía con tres carreras por delante.
Borja Sánchez debutó la temporada pasada en el Mundial de Supersport 300, con Yamaha. Estaba en uno de los equipos más potentes, y vivió momentos bonitos como la pole en el siempre complicado circuito de Assen. Pero en el trazado holandés fue cuarto, y a lo largo de la temporada estuvo cerca del podio, pero nunca lo pisó.
En 2018, cambio de marca y de equipo. Sin embargo, con Kawasaki no empezaron bien las cosas. Una décima posición en Motorland y un abandono en Assen hacían presagiar una temporada amarga.
Pero todo cambió el pasado 13 de mayo. Borja Sánchez se quitó un peso de encima con la segunda posición en Imola. Lleno de moral y con ganas de seguir remontando, el 27 del mismo mes en Donington Park acabó tercero. Y, la guinda, el más difícil todavía, llegó el domingo. Decimoquinto en la parrilla y tercero al final.
Borja ya ha cumplido con creces los objetivos de la temporada. Pero quiere más. El Mundial está a tiro. Tiene 58 puntos, por 78 de la líder, Ana Carrasco.
El 8 de julio, en Misano, se celebrará una nueva prueba puntuable. Y si en Italia rompió el maleficio del podio, quizás en este país también pueda lograr su primera victoria mundialista. Y, en septiembre, Portimao y Magny Cours dictarán sentencia.
