La selección española de fútbol sala se mide hoy con Hungría en Córdoba en el primero de los cuatro amistosos que jugará en ocho días, dos ante el combinado magiar y otros dos ante el de Brasil, en el inicio de la preparación de la primera fase clasificatoria para el Mundial de 2020, que arranca en octubre en Polonia.
El equipo dirigido por Fede Vidal completó ayer el primero de sus entrenamientos en el Palacio Vista Alegre de Córdoba, en vísperas de su primera prueba de fuego de este año en un doble duelo amistoso con Hungría, selección con la que de nuevo se verá las caras mañana en la localidad cordobesa de Pozoblanco.
Plantel incompleto
En su primer día de trabajo en Córdoba, Fede Vidal no pudo contar aún con todo su plantel al completo ya que el ala de Osasuna Eric Martel, sustituto a última hora de Andrés Alcántara ‘Andresito’ tras la lesión sufrida por el cordobés de ElPozo Murcia, no se incorporó al grupo hasta la tarde de ayer.
De este modo, el técnico jerezano podrá disponer para el segundo entrenamiento con sus dieciséis convocados, que, de no mediar lesiones, son los que también empleará en el doble amistoso ante Brasil, el domingo y el próximo martes.
España comienza así su carrera de fondo hasta jugar la primera fase de clasificación para el Mundial de 2020, en la que está encuadrada en el grupo A que tendrá como sede Zielona Gora (Polonia).
En la mencionada ciudad polaca se medirá del 22 al 27 de octubre con los anfitriones más las dos selecciones procedentes de los grupos de la ronda preliminar: la campeona del grupo D, presumiblemente Georgia o Dinamarca; y el segundo del grupo H: Moldavia o Finlandia.