El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

Fotos: Carlota Blanco

El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

Fotos: Carlota Blanco

El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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El 20 de junio el Liceo se fue de vacaciones. Seguramente fue de forma anticipada, porque la final contra el Barcelona se acabó después de tan sólo tres partidos. El Palacio de los Deportes de Riazor despidió entonces a Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio. 52 días después (con otra salida inesperada, la del preparador físico Marc Godayol, por el medio), este lunes volvió a dar la bienvenida al equipo. Con cuatro caras nuevas y siete que continúan, además de tres jugadores del filial citados por Juan Copa, arranca una pretemporada de cinco semanas que volverá a estar marcada por la ausencia de los internacionales y la dificultad para fijar amistosos. 

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Fotos: Carlota Blanco