El Real Zaragoza retomó ayer los entrenamientos de forma individual al pasar cinco días desde el último contacto con el jugador que dio positivo en Covid-19, y tras dos pruebas PCR negativas al resto de la plantilla y cuerpo técnico.
La vuelta al trabajo, a partir de las 09.30 en la Ciudad Deportiva, se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad, de acuerdo con el protocolo diseñado por el doctor Ireneo de Los Mártires, jefe de los Servicios Médicos del Real Zaragoza, según informó el club a través de su página web.
El retorno se desarrolló de forma similar a la que se siguió en la Fase 2 del protocolo de regreso a la competición de La Liga y el Consejo Superior de Deportes (CSD), tras el periodo de confinamiento.
Jugadores y técnicos acudieron a la Ciudad Deportiva de manera individual en sus coches particulares, con mascarilla y control de temperatura a la llegada a las instalaciones. No se puede hacer uso de los vestuarios y no puede existir una interrelación ni entre los jugadores ni con los técnicos, que han de llevar mascarilla en todo momento y tan solo pueden prescindir de ella los futbolistas durante el entrenamiento.
Para garantizar la seguridad y evitar posibles contactos, se han habilitado tres campos, cada uno de ellos dividido en siete calles, asignando a cada jugador únicamente una de ellas, y los porteros trabajan en otro campo, a las órdenes del entrenador de los guardametas.
Al finalizar el trabajo, abandonaron las instalaciones de la Ciudad Deportiva sin pasar por los vestuarios, de forma ordenada y sin interacción alguna entre ellos.
