De la mano del Utah Royals, la española Vero Boquete emprenderá una nueva etapa en el fútbol estadounidense, donde tiene “una final que ganar” tras haber perdido en 2011 con Philadelphia Independence el definitivo partido por el título.
El recuerdo de esa final, según aseguró ayer la mediapunta gallega, todavía le “duele”.
El desenlace fue tan cruel como el de la Liga de Campeones de 2017, con el Paris Saint-Germain. “Perdimos por 5-4, en los penaltis”, recuerda desde Santiago de Compostela.
Tras haber jugado en el Buffalo Flash, en el Chicago Red Star, en el Philadelphia Independence y en el Portland Thorns, con el que alcanzó las semifinales de la Liga en 2014, Boquete regresará a Estados Unidos a mediados de febrero con la ilusión de saldar una cuenta pendiente.
“Estoy muy contenta de volver. Tengo una final que ganar allí”, indicó.
Su futuro deportivo está ligado al Utah Royals, un “club ambicioso”, que le presenta un nuevo desafío tras su reciente periplo en el fútbol asiático.
De la mano del Beijing BG recaló en China tras haber escrito previamente una historia de éxito en sitios tan dispares como España, Estados Unidos, Rusia, Suecia, Alemania o Francia.
De alma itinerante, antes de rehacer su equipaje Vero Boquete asume, a sus 31 años, que ese es el peaje del fútbol femenino de elite. “Creo que en este momento no había un sitio mejor que Utah y la NWSL. Estoy feliz de volver a Estados Unidos y agradecida por la confianza que desde Utah Royals han mostrado en mí”, abundó.
Campeona de la Liga de Campeones con el Frankfurt en 2015 y subcampeona continental con el Tyresö y el Paris Saint-Germain en 2014 y 2017, respectivamente, vuelve a unirse a un club importante. No obstante, el propósito del propietario de Real Salt Lake, Dell Loy Hansen, es “construir la mejor organización deportiva femenina de los Estados Unidos”.
