Sergio Ramos, capitán de la selección española y del Real Madrid, zanjó el tema de la final de la Liga de Campeones al señalar su inocencia en la lesión de Salah y defendiéndose de la crítica asegurando que “solo falta que Firmino diga que estaba resfriado porque le cayó una gota de mi sudor”.
“Le han dado mucha bola al tema de Salah. No he querido hablar porque al final se magnifica, pero viendo bien la jugada, él me agarra primero del brazo y yo caigo al otro lado, de hecho se lesiona el otro brazo pero dicen que le hice una llave de judo”, defendió en el acto de presentación de la programación de Mediaset.
Golpe con Karius
“Después el portero dice que estaba conmocionado por un choque conmigo. Solo falta que Firmino diga que estaba resfriado porque le cayó una gota de sudor mía”, añadió.
Y es que el lunes trascendió, a través de un informe de los doctores del Hospital General de Massachusets, que trataron al guardameta del Liverpool Loris Karius cinco días después del partido, que el arquero había sufrido una conmoción durante la final ante el Real Madrid. Se da la circunstancia de que en el duelo recibió un codazo fortuito por parte del capitán blanco, lo que avivó la polémica.
Habló con el egipcio
Por otra parte, Ramos desveló su comunicación con Mohamed Salah y el buen estado del delantero egipcio. “He hablado con él por mensaje y está bastante bien”, aseguró. Incluso piensa que podía haber seguido jugando la final de Kiev. “Si se hubiera infiltrado podría incluso haber jugado la segunda parte”, apostilló el zaguero.
Asimismo, admitió que era algo que él se había visto obligado a hacerlo en algunas contiedas. “Yo a veces lo he hecho y tampoco ha sido para tanto”. Además, aprovechó los micrófonos para denunciar la existencia de una especie de ‘fijación’ por todo lo que le rodeaba y lo que hacía. “Parece que cuando lo hace Ramos se destaca un poco más. Será que cuando estás en el Real Madrid y ganas tantos años, la gente lo mira de otra manera”, indicó el central merengue.
