El internacional brasileño Rafinha Alcántara, séptimo y último fichaje del Celta de Vigo, completó su primer entrenamiento a las órdenes de Fran Escribá, en una sesión en la que también participó el joven Moha, fichado del Real Madrid Castilla para reforzar el filial celeste.
En su vuelta a las instalaciones deportivas de A Madroa, donde trabajó la temporada 2014-15 con Luis Enrique Martínez como técnico, A Rafinha se le ha visto sonriente y bromeando con sus nuevos compañeros, especialmente con Denis Suárez, con el que se reencuentra tras su paso por el Barça.
Las bromas se sucedieron en los rondos. Los futbolistas que estaban en el centro iban cambiando de grupo, mientras los tres porteros -Rubén Blanco, Sergio Álvarez E Iván Villar- trabajaban al margen con Nando Vila.
En la sesión participaron el extremo danés Pione Sisto y el delantero francés Claudio Beauvue, a los que el club buscó, sin éxito, una salida antes del cierre del mercado. No trabajaron los cuatro internacionales que viajaron con sus selecciones: Okay Yokuslu, Beltrán, Lobotka y Araujo.
El centrocampista había llegado horas antes al aeropuerto de Peinador para cerrar su fichaje por el Celta procedente del Barcelona, con el que amplió un año su vinculación, hasta junio de 2021, antes de sellar su vuelta a Balaídos.
Acompañado de su padre, el ex futbolista Mazinho, el internacional brasileño viajó en un vuelo chárter desde la Ciudad Condal. Llegó pasadas las nueve de la noche del lunes, y salió por una puerta exterior del aeropuerto, a pesar de que en el interior estaba el exfutbolista y miembro de la secretaría técnica del Celta, Mario Bermejo, esperándolo junto a otro representante del club.
“Estoy muy ilusionado por volver, la verdad”, se limitó a decir el jugador, que se desplazó en coche a la sede del Celta para firmar su contrato de cesión hasta finalizar el presente campeonato.
