Alves, que jugó en la extinta Unión Deportiva Salamanca, a la que también entrenó, se hizo popular en el fútbol español por jugar siempre con guantes negros, a mediados de la década de los años 70.
También militó en el París Saint Germain y descubrió a jugadores como Pedro Pauleta, aseguró ayer en una entrevista con Efe que ni ha tenido ni tendrá agente, a pesar de que es consciente que le ha supuesto algún problema.
A sus 65 años, después de una exitosa etapa en Suiza, ¿por qué vuelve a entrenar?
Porque tengo ganas de entrenar, con el Académica tengo mucha unión, estuve aquí hace 16 años y logré entonces que volviera a la Primera División de Portugal. Además, es un club histórico y la ciudad es muy bonita. El reto no es fácil, pero yo siempre he sido optimista.
¿Qué sistema y metodología de juego usa?
Adaptar el sistema a los jugadores y no los jugadores al sistema. Es muy simple, aprovecho lo mejor de los mejores para preparar el mejor once. Ahora, tengo que recuperar psicológicamente a los jugadores, ya que empezaron mal la competición y después todos a funcionar.
Se niega a tener agente intermediario.
Hay empresarios que tienen dos o tres clubes, hay que parar un poco y reflexionar, porque esto es una barbaridad. Este fútbol no tiene nada que ver con el fútbol de hace tiempo.
Si hubiera tenido agente, ¿ya hubiera sido entrenador del Benfica o de la selección de Portugal?
Sí, además yo tuve contactos para entrenar tanto al Benfica como a la selección lusa, pero ha habido siempre alguien que estuvo contra mí, que lo impidió.
¿Aún es posible?
¡Cómo voy a contestar a eso!. Lógicamente es muy difícil, aunque imagínate que ahora con el Coimbra hago lo mismo que hice con el Servette de Suiza, que lo cogí en segunda y lo llevé a la Liga Europa. Aun así es muy complicado, ya tengo 65 años, es muy difícil volver al equipo nacional.