Málaga y Lugo juegan en La Rosaleda un partido en el que los locales buscan resarcirse y romper su mala racha en casa después de sus últimos y dolorosos tropiezos ante Espanyol (0-3) y Leganés (1-2), ante un rival en alza que ha encontrado su equilibrio tras un irregular comienzo liguero.
Sin tiempo de saborear su triunfo del pasado martes ante el Girona (1-2), el Málaga busca una mayor regularidad en La Rosaleda que le dé opciones de clasificarse para disputar la promoción de ascenso a LaLiga Santander, aunque este objetivo no es el más urgente en un club con el límite salarial más bajo del fútbol profesional con 3,6 millones.
El técnico del Málaga volverá a dirigir desde el banquillo tras cumplir dos partidos de sanción y tendrá la baja del defensa Alberto Escassi, lesionado, y la duda del lateral izquierdo Joaquín Matos, con problemas físicos.
El Lugo afronta como un doble reto su visita a La Rosaleda, ya que, por ahora, no ha sido capaz de derrotar al Málaga, ni en ese escenario ni en el Anxo Carro, y, además, ha tropezado en sus dos últimos encuentros a domicilio.
El equipo lucense perdió su etiqueta de invicto con su actual entrenador, Mehdi Nafti, ante el líder, el Espanyol (2-1), y firmó uno de sus peores encuentros con Nafti ante el Alcorcón (1-0), pero ha contrarrestado esos resultados en su campo, donde todavía no ha perdido, aunque este martes se le escaparon los primeros puntos como local frente al Oviedo (0-0).
En ese encuentro se quedaron por segunda vez consecutiva sin ver portería, faceta que intentará mejorar en Málaga.
Nafti ha anunciado “varios cambios” en la alineación por la acumulación de partidos y tiene la duda del lateral diestro Eduard Campabadal.