El Valencia cierra un 2019 especial por varios motivos pero, principalmente, por ser el año de su centenario, con momentos para la historia pero sin dejar de lado su tradicional convulsión social por más que estuviera inmerso en momentos de éxito deportivo.
Euforia
El momento álgido llegó el 25 de mayo. En Sevilla el Valencia alzaba su octava Copa del Rey, un título conseguido ante el Barcelona de Messi y que rompía una hegemonía de cuatro años seguidos del equipo catalán en el torneo del KO.
Si el fin de la temporada 2018-19 se coronaba con la clasificación matemática para disputar la Liga de Campeones en la ultima jornada de Liga, en el último mes del año se ponía la guinda con la clasificación siete años después para los octavos de final de la máxima competición europea.
La cabeza bicéfala del exitoso Valencia del Centenario, Marcelino García Toral y Mateu Alemany, se fundieron un emotivo e icónico abrazo en el césped de Benito Villamarín tras unos apoteósicos siete días que se saldaron con la clasificación para la Liga de Campeones en liga y el título de la Copa del Rey. Nadie podía pensar en el triste episodio que tuvo como desenlace la desvinculación de ambos del Valencia pocos meses después.
Dentro del alto rendimiento de gran parte de la plantilla, dos jugadores asumieron un rol destacado en los éxitos valencianistas. Su capitán y conductor de juego, Dani Parejo, y su goleador Rodrigo Moreno alcanzaron su mejor nivel deportivo para capitanear al Valencia que volvió a celebrar un título y jugar la ‘Champions’.
El Valencia del Centenario no se entiende sin la aportación de los ‘chicos de Paterna’. A la consolidación de José Luis Gayà o el asentamiento de Carlos Soler, en 2019 se unieron a la causa valencianista Jaume Domènech -brillante en la final de Copa-, el coreano Kangin Lee y Ferran Torres, este último con un rendimiento sobresaliente en el tramo final.
Convulsión
A pesar del año festivo, el Valencia no faltó a su cita con su habitual dificultad para mantener la estabilidad institucional. Dos meses después de ganar la Copa y clasificarse para la Liga de Campeones se desencadenó el conflicto entre los dueños y la dupla Marcelino-Alemany que finalmente se resolvió con ambos lejos de Mestalla y que también derivó en un mayor distanciamiento entre la cúpula dirigente y la afición valencianista.
El portugués Gonçalo Guedes, protagonista del mayor desembolso en la historia del Valencia, no logró convertirse en el jugador referencia del proyecto. Con lesiones de por medio, Guedes no alcanzó en 2019 el nivel exhibido en sus primeros pasos como valencianista en la temporada 2017-18 cuando jugó cedido por el PSG.
Plaga
En la segunda mitad del año el Valencia se vio afectado por una inusual plaga de lesiones en la que cerca de la mitad de la plantilla se vio involucrada pero que no impidió una tendencia al alza tras las dudas generadas con la salida de Marcelino y la llegada precipitada de Albert Celades.
El Valencia se mostró reacio desde el principio a la nueva Supercopa ideada por la Federación con cuatro equipos en litigio –Barcelona, Valencia, Atlético y Real Madrid– y con sede en Arabia Saudí, pero la mayor discrepancia llegó más tarde por la compensación económica que iba a recibir, la menor de los participantes.
