El Leganés y el Rayo Vallecano mostraron por primera vez sus argumentos y progresos de cara a la próxima temporada durante un duelo amistoso celebrado en la Instalación Deportiva Butarque y que terminó en empate a dos.
Arrancaron sendos conjuntos con algunas de sus caras nuevas. Más en el caso del anfitrión, que dio entrada de inicio a Soriano en la portería, a Álex Martín como central y a Juan Muñoz como principal referente ofensivo. En el rival, Óscar Valentín ocupó un puesto en el centro del campo.
Además de ellos fue noticia también Arnáiz, uno de los fichajes más caros de la historia del cuadro leganense y poco utilizado por Pellegrino el pasado curso debido a sus problemas físicos y al sistema. El extremo se ofreció con recurrencia y fue una de las principales armas ofensivas de los suyos por el costado zurdo.
Su protagonismo se hizo patente de manera especial durante los instantes iniciales, donde el local llevó la iniciativa. Sin embargo con el paso de los minutos se fue asentado el Rayo y, tras dos avisos, acabó poniéndose por delante.
El gol nació en una impecable acción individual por banda derecha de Bebe. Este enfiló línea de fondo, sentó a un defensa dentro del área y asistió atrás para que Joni rematase lejos del alcance del portero.
Con poco que reseñar en los primeros compases posteriores a la reanudación, rompieron la monotonía dos goles consecutivos.
El primero fue del Rayo cuando Pozo capturó un balón en la frontal y rompió a la zaga antes de marcar con un tiro raso.
La diana encontró respuesta inmediata en la otra portería gracias a Sabin Merino, quien controló con maestría un pase en largo de Bustinza y certificó la igualada mediante un impacto potente que resultó imparable.
