En el primer partido determinante del curso europeo, el Barcelona precisa reivindicarse en Lyon frente al Olympique, donde necesita cimentar sus opciones en la Champions, su gran apuesta esta temporada.
Será un duelo entre los dos únicos invictos en la competición. El Barça firmó una primera fase de calidad, con victorias en Wembley frente al Tottenham (2-4), en Eindhoven (1-2) y dejó escapar la victoria en el campo del Inter de Milan (1-1) cuando tenía el partido ganado. En casa, sumó los tres triunfos posibles.
El Lyon ha ganado uno y empatado los cinco siguientes. Se impuso en Manchester al City (1-2) y resolvió sus partidos ante el Shakthar y el Hoffenheim con empates, en casa y fuera, mientras que también empató en casa ante el City.
La asignatura pendiente del Barça es su falta de fiabilidad como visitante en eliminatorias. En las últimas cinco ha conseguido un empate y cuatro derrotas. Su último triunfo en eliminatorias data de febrero de 2016 cuando ganó 0-2 a domicilio al Arsenal.
Los catalanes han superado los once últimos enfrentamientos de octavos de final –no falla desde la temporada 2004/05– y el Olympique se le da bien, ya que nunca ha conseguido derrotarlo en los seis partidos disputados: una eliminatoria (octavos de final 2008-09: 1-1 en Lyon; 5-2 en el Camp Nou) y cuatro partidos en la fase de grupos.
Para hoy, pese a la inclusión en la convocatoria de Umtiti, no se espera que el francés y ex del Lyon juegue. Tres son las dudas de Ernesto Valverde, una en cada línea. Todo apunta a que Semedo será el lateral diestro en lugar de Sergi Roberto; Arturo Vidal será el sustituto del lesionado Arthur en el medio; y, delante, Dembélé partirá de salida en lugar de Coutinho.
Que la Champions es una prioridad para el Barça este año quedó demostrado desde el día de la presentación del equipo. Leo Messi recordó que la Champions es “esa copa tan linda y deseada por todos” y a partir de ese momento, todos los azulgrana tuvieron claro por donde iban los tiros.
Matagigantes
El Lyon afronta el duelo con la ilusión de que se ha labrado una reputación de ‘matagigantes’. Los de Bruno Genesio han logrado esta temporada elevar su nivel cada vez que enfrente tenían a un rival de talla, ya fuera el Marsella, el City o incluso el todopoderoso PSG que en su estadio sufrió la primera derrota liguera del curso.
El referente en la capital del Ródano es el doble duelo contra el City, que se saldó con un triunfo en Manchester y un empate en su estadio, lo que facilitó su clasificación para los octavos. En Lyon son conscientes de que tendrán que repetir esa gesta, que en cada ocasión contó con el concurso decisivo de Fekir que purgará una sanción.
El equipo se ha conjurado para no tirar en la ida la eliminatoria y volver a contar con su estrella en la vuelta, lo que pasa por maniatar a Lionel Messi, una obsesión de Genesio.
El técnico puede optar para ello por un 4-2-3-1, con el holandés Depay como enganche, un puesto en el que brilla cada vez que Fekir está ausente.
