El Celta de Vigo se mantiene invicto en la pretemporada, tras golear 0-3 al Unión Berlín, en un partido notable del portero Rubén Blanco, decisivo con tres sensaciones intervenciones antes de que Santi Mina y Jorge Sáenz cerrasen una goleada celeste agridulce por la lesión del internacional español Iago Aspas.
Fran Escribá presentó un once que puede parecerse mucho al que arranque LaLiga contra el Real Madrid, a la espera de que lleguen los últimos fichajes y teniendo en cuenta que los lesionados Hugo Mallo y Okay Yokuslu tienen difícil llegar al debut liguero.
El técnico valenciano situó al central Jorge Sáenz como acompañante de Lobotka en el doble pivote, y dio los primeros minutos de la pretemporada al ghanés Aidoo como compañero de Costas en el centro del eje defensivo.
En la portería se estrenó Rubén Blanco, una vez superada la lesión que le impidió jugar los primeros partidos veraniegos; y el canterano fue el más destacado de su equipo, con tres espectaculares intervenciones en la recta final del primer tiempo que evitaron que el equipo alemán empatara el encuentro.
Lesión de su estrella
Lo más preocupantes para el celtismo fue la lesión de Iago Aspas, que se tuvo que retirar del campo mediado el primer tiempo tras un choque con el central Nicolai Rapp. El atacante celeste se quejó ostensiblemente sobre el suelo antes de ser sustituido por Iker Losada.
El club informó de que Aspas sufrió un “traumatismo en su rodilla derecha” y explicó que es “mucho más doloroso” de lo habitual al estar afectado “un nervio de la articulación”.
