Un clásico que dejará huella
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Un clásico que dejará huella

Un clásico que dejará huella
GRAF3025. BARCELONA, 06/02/2019.- El delantero argentino del FC Barcelona, Leo Messi (c), controla el balón ante los defensores del Real Madrid durante el encuentro correspondiente a la ida de las semifinales de la Copa del Rey que han disputado es

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A la espera de que no se crucen sus caminos en la Liga de Campeones, la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey depara el clásico de mayor trascendencia para un Real Madrid que se juega ante su eterno enemigo dos competiciones en cuatro días y un Barcelona que quiere extender su dominio en el torneo del KO.

Dejará huella el clásico para ambos conjuntos. Los de Santiago Solari, en una Copa del Rey a la que esta campaña sí se le concedió importancia, como el camino más corto a un título en un curso repleto de irregularidad. Dos duelos ante el eterno rival que marcarán el camino con la opción de quedar sin opciones en dos competiciones y tener que jugarse el todo o nada, un año más, a su torneo predilecto, la Liga de Campeones.

Para los de Ernesto Valverde, un torneo que ha ido ganando importancia en su actual edición según se fueron superando barreras. En principio, la eliminación de la última Liga de Campeones con el desgaste físico mostrado en Roma, invitaba a no realizar excesos. Pero un grupo liderado por un ganador natural como Leo Messi no entiende de tirar competiciones. Remontaron al Sevilla y ahora quieren extender su dominio abrumador copero, con LaLiga prácticamente en el bolsillo gracias a su regularidad.

En una década de asaltos del Barça al Bernabéu con recitales de Messi, hasta nueve victorias en 16 encuentros en todas las competiciones por solo cuatro triunfos madridistas, los de Solari quieren voltear la historia y acceder a la final de Sevilla.

Deberá enterrar sus dudas, renacidas de nuevo tras un tropiezo inesperado liguero ante el Girona que cortaba la racha de grandes resultados y buen juego con la que firmó su esperada reacción. El empate del Camp Nou de la ida, donde acarició el triunfo que cosechó en el derbi del Metropolitano o la vuelta con victoria a domicilio ante el Ajax en Liga de Campeones alimentaron de nuevo la esperanza blanca. Poco importará en un clásico del todo o nada, con la afición del Santiago Bernabéu volcada para impulsar a su equipo.

Solari tomará decisiones que marcarán su personalidad como técnico. La indisciplina en público de Gareth Bale, que se negó a seguir calentando en el Ciutat de València y a celebrar su gol con los compañeros, deja al técnico argentino en una encrucijada. Con Isco no le tembló el pulso, pero ahora necesita al galés, al que incluso medita incluir en el once. Sería en detrimento de Lucas Vázquez, ya que Vinicius se ha convertido en pieza intocable.

La portería la ocupará Keylor Navas, quién sabe si en su último partido del curso.

El Barcelona se acogerá al gran momento de Messi y a su monopolio en la Copa del Rey -cuatro títulos consecutivos- para continuar vivo en su competición fetiche, aunque todo pasa imperiosamente por marcar en el Bernabéu.

El dominio azulgrana en este torneo es abrumador, con seis títulos en la última década y 23 eliminatorias a doble partido superadas en la Copa. De hecho, el Real Madrid fue el último que lo apeó de la competición del KO, en una eliminatoria en la que los madridistas solo empataron en la ida jugada en su casa (1-1), pero le dieron la vuelta en el Camp Nou (1-3).

Messi, renqueante durante unos partidos tras sufrir una contusión en el muslo ante el Valencia (2 de febrero), demostró en el último partido ante el Sevilla que se ha recuperado y lo ha hecho a lo grande, con un ‘hat-trick’.

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