Barcelona y Real Madrid, que encabezan la clasificación de Primera División, tendrán que afrontar los difíciles escollos de Anoeta y Mestalla antes de encontrarse el próximo miércoles en el Clásico del Camp Nou aplazado en su día por la situación sociopolítica por la sentencia del ‘procés’.
Son dos compromisos a priori muy complicados, de los que están marcados con letra cursiva en el calendario, ante dos rivales ambiciosos que tienen objetivos europeos.
La Real Sociedad ha comenzado mejor. Con un equipo joven, atrevido, atractivo y una vertiente ofensiva potente, Imanol Alguacil ha conseguido instalarlo en la zona Champions, a la que aspira el Valencia.
Anoeta, ahora denominado Reale Arena, ha sido escenario de grandes disgustos para el Barcelona, que sin embargo ha ganado en sus tres últimas presentaciones (una de Copa del Rey y dos de Liga) y que parece atravesar su mejor momento del curso, como le ocurre al Real Madrid. Ambos han enlazado cuatro victorias seguidas en LaLiga.
El cuadro de Zinedine Zidane se las verá con un Valencia reforzado por la victoria en Ámsterdam sobre el Ajax que le clasificó para los octavos de final de la Liga de Campeones.
Pese a las numerosas bajas, Albert Celades, exjugador y exentrenador ayudante madridista, ha conseguido que su equipo crea en sí mismo y poco a poco crezca, tanto en Europa como en LaLiga, en la que continúa con su progresión. De hecho acumula cuatro victorias en sus últimos cinco encuentros del torneo doméstico y ya está a las puertas de la zona alta.
Mientras Celades tuvo que utilizar de todo lo que disponía en Ámsterdam, Zidane reservó a algunos hombres importantes en su partido en Brujas, con lo que deberá alinear su equipo de gala salvo el caso de los lesionados, principalmente el belga Eden Hazard, cuyo problema le ha hecho quedar apartado también del clásico cuando se estaba acercando a su mejor versión y era clave en la rehabilitación del conjunto madridista.
