Victoria para la esperanza y el milagro
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17º-23º

Victoria para la esperanza y el milagro

Victoria para la esperanza y el milagro
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Un gol de Peru Nolaskoain en los ‘segundos’ finales dio al Deportivo la ansiada victoria previa a los cambios que se obrarán en la plantilla cuando se abra el mercado invernal. Una sensación olvidada en Riazor.

Se esperaban variaciones en el once deportivista con respecto al último envite liguero de Ponferrada y se obraron en todas las líneas. Luis César hizo permutas en defensa, media y delantera buscando un mejor rendimiento que el exhibido en el lamentable partido de El Toralín.

De entrada, el entrenador prescindió de los tres medios y sentó a Bergantiños, jugando con un 1-4-4-2 con Mollejo y Aketxe por los costados del centro del campo. Por otra parte, había que adaptarse al campo, en mal estado, sobre todo en las áreas. También a la lluvia. Así las cosas, el fútbol directo parecía la opción a la que se entregaría –al menos de entrada– el RC Deportivo.

A los 12 minutos el colegiado de la contienda revisaba una acción por presuntas manos de Carlos Ruiz en el área. Sobre la línea de la frontal. Vicandi Garrido señalaba la pena máxima. Con Aketxe en el campo el deportivismo se las prometía felices, pero el medio enviaba la pelota a la un tanto ‘lenta’ y Ortolá detenía el lanzamiento. Ni con esas el Depor conseguía ponerse por delante en el marcador. Incluso, en las siguientes jugadas el equipo deportivista acosó al Tenerife pero no consiguió concretar ninguna de sus opciones atacantes. Al menos los galaicos lo intentaban, no como en otros encuentros en los que salían ‘en las berzas’, sin tensión y sin intensidad.

¡Gol!
Fruto de esa sana intención de poner en el campo más que el rival, el Depor comenzó a llegar con más claridad que el Tenerife y, a los 20 minutos, anotaba un gol que por fin le ponía por delante en el marcador.

Aketxe habilitaba a Koné, que entraba por su banda, y Christian Santos marcaba de remate de cabeza impecable. Riazor llevaba mucho tiempo sin ver a su equipo mandar en el partido. Una alegría en esta terrible temporada.

Aunque, evidentemente, el Tenerife es de lo peor de esta liga, se agradecía ver al equipo coruñés superando al rival. Incluso, a la media hora un disparo de Vicente que se perdía en lo alto, muy lejos del larguero, se convertía en el quinto intento de perforar la meta contraria, al margen del penalti.

Los herculinos mantuvieron el ritmo mucho mejor que su rival e incluso salieron jugando en alguna ocasión con bastante criterio desde su área. No obstante también hubo errores, tropiezos y decisiones no demasiado acertadas, pero no fueron el denominador común de la primera parte, sino hechos aislados. El Depor llegó al descanso con una ventaja merecida por méritos propios a pesar del fallo en el penalti de Ager Aketxe.

Se suponía que el Tenerife iba a hacer algo más que esperar que acabase la segunda parte. Rubén Baraja hizo un cambio reforzando el ataque y, pocos minutos después de la reanudación, en el 57, Malbasic completaba una jugada ofensiva bien trenzada de los chicharreros que hacía intervenir a Dani Giménez. Era la primera oportunidad de los insulares y la primera parada del meta gallego.

Lejos de venirse abajo el Depor buscó la respuesta inmediata y devolvió el ataque rápido, sin dejar tiempo a que el Tenerife creciera demasiado más. Era importante mantener el ‘mando’ del encuentro.

No obstante, la segunda parte era –en líneas generales–mucho peor que la primera. Entre el campo, que las fuerzas iban justas, la igualdad de los dos equipos, bastante mediocres en esta categoría tan competitiva... El envite se convertía en un partido malo de solemnidad.

Al larguero
Los insulares fueron mejorando poco a poco y gozando de más ocasiones para equilibrar el choque. Avisaron en el minuto 73, con un cabezazo en el área deportivista se iba directamente al larguero.

Los nervios aparecían en el momento más complicado porque el Deportivo no era capaz de cerrar el encuentro y el Tenerife era ahora mejor que el equipo coruñés. En el 81, Bermejo tenía una nueva ocasión desde el corazón de una embarrada área. Un penalti cometido por Montero, injustificable porque la jugada no tenía peligro, daba la opción final de empatar. Suso Santana transformaba la pena máxima estableciendo las tablas.

Había que acudir a la heróica, y esta vez, sí funcionó. Con el tiempo cumplido, Peru remató a saque de esquina para conseguir el gol de la victoria de la esperanza y el milagro. El Depor acaba con 15 puntos la primera vuelta. Sí. Será un milagro. Pero es posible.

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