Siempre ante los acontecimientos importantes se pregunta a uno dónde estaba ese día y qué recuerda. Todo deportivista que se precie, y que hace 25 años tuviera la suficiente edad para ser consciente de lo que se jugaba aquel 14 de mayo en Riazor, recuerda dónde vio aquel partido. Algunos lo hicieron en las gradas del estadio herculino, otros lo siguieron por televisión, otros a través de la radio. Todos ellos contenían el aliento cuando las esperanzas se esfumaban con la parada de Gónzalez y aquella noche de mayo quedaba inundada de lágrimas.