Riazor cautiva a los deportivistas y asusta a los rivales
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Riazor cautiva a los deportivistas y asusta a los rivales

Riazor cautiva a los deportivistas y asusta a los rivales

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El último en rendirse al efecto Riazor ha sido el central Pablo Marí, que ayer se pasó por la sala de prensa de la Ciudad Deportiva de Abegondo para destacar la magia que tiene el estadio coruñés y su gente en contraposición con lo que sienten los rivales. El Sporting, el Granada y el Málaga (mientras el Depor estuvo con once) apenas salieron de la cueva. La iniciativa la asumieron los jugadores de Natxo, que se mantienen imbatidos después de esos tres partidos en casa con un balance de dos victorias y un empate.

“Habrá que preguntárselo a los rivales”, dijo al ser cuestionado sobre el miedo escénico que supone Riazor para los adversarios del Deportivo.

“Es un placer jugar con nuestra gente, que nos animan desde el primer al último minuto y nos apoyan en todo momento”, declaró el central.

Aseguró, además, que se está “creando un vínculo con la afición, el estadio y los futbolistas”.
Con esa comunión entre todos los estamentos y Riazor como fortín, el Deportivo avanza con el objetivo de regresar esta misma temporada adonde merece estar, en Primera División.
En definitiva, se trata, dijo, de que todos vayan “a una” en un campeonato “muy largo”.

 

Natxo
El técnico del conjunto deportivista consideró que Riazor “es un gran estadio que cuando esté al cien por cien será bonito”.

 

David Simón
Si ayer fue Marí, hace un par de días David Simón siguió el mismo discurso. 
“Riazor me encanta. Cada vez que sales a calentar, ese ambiente de fútbol que hay se vive en pocos estadios y aunque esté todavía en reforma, la afición es muy buena y lo están dando todo y se está viendo un  vínculo  muy bueno”, dijo.

 

Quique
El máximo goleador blanquiazul ya tenía un gran concepto de Riazor antes de actuar como local: “Estuve aquí con el Almería, ganamos y me pareció un campo espectacular. Son cosas que te quedan en la cabeza. Estoy muy contento de jugar en un campo así”. 

 

Obras
Con todo, las obras en el estadio de Riazor están a punto de concluir (al menos en lo que se refiere a las cubiertas) y tanto los aficionados como los futbolistas están deseosos de ver el campo en todo su esplendor.

Riazor cautiva a los deportivistas y asusta a los rivales

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