El Deportivo murió en la orilla en Son Moix, en un partido en el que no le salió nada y en el que el Mallorca hizo méritos de sobra para a la postre llevarse la eliminatoria.
No hay una sola razón que ayude a entender o justificar qué pasó, pero exblanquiazules con minutos y experiencia de sobra en sus piernas analizan para dxt lo que fue el partido, lo que le espera ahora por delante al Deportivo y las lecturas positivas (como que la grada se ha reconciliado en los partidos de playoff con el Deportivo) que se pueden sacar en el contexto de una situación tan difícil de digerir por parte del deportivismo.
“No lo sé, es muy difícil e injusto a toro pasado decirlas (las razones). El Depor tenía un plan, el Mallorca salió dispuesto a sacar todo en el campo y cuando el equipo tuvo que cambiar el discurso no quedaba tiempo”, comenta Dani Mallo, que cree que la derrota no es consecuencia “de una cosa nada más”. “El fútbol es muy complejo, no puedes echar culpa solo a una cosa y no quiero ser injusto con nadie”, dice.
Muy poco en ataque
Mientras, para Paco Liaño al Mallorca “le salió todo bien” mientras que el Deportivo “pecó de poca ambición atacante”. “Frente al Málaga si demandaba una actuación ultradefensiva, ayer (por el domingo) era más lógico pensar que era un objetivo marcar, y no es que a esa faceta renunciáremos, es que no la ejercimos”, subraya.
Para él, es inevitable, aunque valga de poco, acordarse de ciertas bajas sensibles sin las que afrontó el encuentro del domingo: “Siempre es más fácil acordarse de los ausentes, y hubo jugadores que estuvieron lentos en las ayudas defensivas, donde Álex es el número uno, pero tampoco podemos justificarnos. El Depor no puede depender de un jugador como Álex, no tiene que marcar él las pautas del equipo”.
Sin confianzas
A pesar de que desde Mallorca llevaban los días previos vendiendo que el Deportivo se veía ya en Primera sin jugar la vuelta, para Mallo la afirmación dista mucho de la realidad que se respiraba en A Coruña y en el Deportivo, que ya sabe lo que morir en la orilla. “Dudo mucho que la gente se confiase en Coruña, si alguien sabe lo de no celebrar antes es el Depor, ni los aficionados ni el club celebramos antes. En el deporte juegan dos y gana uno. El día del Málaga nos pasó en contra y fuimos capaces de remontar un resultado adverso y en Son Moix no se pudo, he sido jugador y estas cosas pasan”, afirma.
Sin tiempo que perder
Para Liaño, aunque hay que actuar con cabeza, la temporada y su conclusión dan pie a que haya cambios. “Nunca hemos sido ese equipo que podíamos ser por plantilla, por alguna individualidad y ahora a uno le dan ganas de romperlo todo y empezar de nuevo”, la cosa se calmará “a medida que pasen los días” pero apremia tomar decisiones en el club.
“No hay mucho tiempo, pero al mismo tiempo no hay tiempo que perder. Hay que tomar decisiones y hacer valoraciones individuales y colectivas, tocantes al entrenador, que no sé si va a continuar. Hay muchas decisiones que tomar y muy poco tiempo”, subraya el portero.
Renacer con la afición
El Deportivo parece que ha tocado fondo ahora, pero Mallo recuerda que este club siempre ha sido capaz de sobreponerse en los momentos más difíciles, con el apoyo de su hinchada como gasolina.
“Es una de las fuerzas del deportivismo, el Deportivo, se cae siete veces y se levanta ocho: ascensos frustrados, hasta que llegó el gol de Stoja, lo he visto ganar partidos de Champions que estaban perdidos y que se consiguieron remontar, cuando parecía que ya no íbamos a jugar el playoff se mete en la final... Hoy (por ayer) es un día duro, no es para hacer balance, pero cuando pasen las horas y veamos que hemos recuperado algo que estaban enfriado y se ha reavivado ese fuego... eso no se puede perder”, zanja.
