Tal vez las formas o los tiempos no fueron del agrado del Levante, con el que hasta ahora ha habido buenas relaciones (cesión de Róber las dos últimas temporadas), más allá de los asuntos que les separan, como el supuesto amaño del partido con el Zaragoza que en 2011 mandó al Deportivo a Segunda División. El club coruñés es uno de los principales responsables de que ese litigio haya sido reabierto por decisión de la Audiencia de Valencia.
Paralelamente, en los últimos tiempos, Carmelo del Pozo se había distanciado del Consejo de Administración del Levante tras haber sido el artífice del ascenso a Primera División la temporada pasada, junto a su amigo Tito, con el que llegó al club en 2016. En A Coruña le ofrecen un rol principal.
Aunque la llamada del Deportivo para anunciarle que él era el elegido por Tino Fernández para hacerse cargo de la dirección deportiva no se produjo hasta el pasado domingo, una vez confirmado el descenso del Deportivo y la permanencia del Levante, Del Pozo ya había sondeado con el club la posibilidad de rescindir el contrato un año antes de lo pactado (acaba en 2019). La primera respuesta del club valenciano, según apuntan a este diario algunas fuentes, fue positiva: él perdonaba el salario de la temporada de contrato que le quedaba y el Levante le eximía de la cláusula de rescisión de medio millón de euros por romper el acuerdo anticipadamente.
Cambio de planes
Esta semana, Carmelo del Pozo comunicó oficialmente al Levante su intención de salir del club para incorporarse al Deportivo y ahí se produjo un giro inesperado en el guion previsto por el propio secretario técnico y por el conjunto herculino: el Levante le remitió a la cláusula de rescisión del contrato.
El contratiempo frenó su incorporación y, en consecuencia, obligó a Tino Fernández a cambiar también sus planes esta semana. El presidente tenía previsto comparecer ayer para analizar la temporada del descenso, el primero que sufre, y avanzar el proyecto deportivo con el que pretende recuperar la plaza en Primera División por la vía rápida como en los dos últimos descensos, entoces con Augusto César Lendoiro al frente de las plantillas que bajaron y subieron (Fernández llegó en el ecuador de la 2013-14).
La negociación
El Levante barajaba dos escenarios para que el Deportivo hiciera frente a la cláusula de rescisión: abonarla o compensarla con una prórroga de la cesión de Róber.
Ayer Del Pozo y Catalán acercaron posturas. El Levante celebró por la tarde un Consejo de Administración y encima de la mesa estuvo ese tema. Finalmente, habrá contraprestación, pero por debajo del medio ‘kilo’ y hoy quedará, previsiblemente, resuelto.
