Otra vez por una pifia
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17º-23º

Otra vez por una pifia

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El Ideal Gallego-2018-03-04-062-ed92be8d

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Una cantada de Koval, que costó un gol del Eibar, y un error encadenado de Albentosa y del propio ucraniano, que acabó con la expulsión del portero, privaron al Depor de sumar su primer triunfo con Clarence Seedorf. Eso sí, los blanquiazules marcaron su primer gol desde la llegada del técnico holandés y rescataron un punto meritorio, tras el enorme desgaste físico, ya que jugaron 50 minutos con un hombre menos.
El neerlandés dio una nueva vuelta de tuerca al equipo, con estreno en la portería y cambio de dibujo incluido.
Koval se convirtió en el quinto portero empleado por el cuadro coruñés este curso. El ucraniano relevó a un Rubén que se ha mostrado demasiado errático y que había encajado 41 goles en 17 partidos.
Fue uno de los numerosos cambios que introdujo ayer el estratega, que apostó por un 1-4-4-2 en rombo. La retaguardia sufrió un lavado de cara total respecto al anterior encuentro, con Bóveda y Navarro en los laterales, y Albentosa y Sidnei en el eje.
En la medular, Muntari ejerció de mediocentro, apoyado en las bandas por Borges y Çolak, con Adrián de enganche. Andone y Lucas formaron el ataque.
El cuadro blanquiazul arrancó como un rodillo y a los cuatro minutos, disfrutó de una ocasión clarísima para abrir la lata. Lucas sirvió una asistencia de lujo a Andone, que se quedó solo ante Dmitrovic, pero inexplicablemente el punta rumano falló el mano a mano con el meta del Eibar.
Tres minutos después, el Depor desperdició una ocasión casi clavada a la anterior, con los mismos protagonistas, pero en orden inverso. Tras una apertura de Adrián a la banda, fue Andone quien centró al área y Lucas disparó a bocajarro, pero el portero del cuadro vasco despejó a córner.
En el 10, una aproximación del delantero de Monelos, en este caso por la banda derecha, obligó al ‘arquero’ serbio a intervenir por tercera vez.
Pero en la siguiente acción, el equipo local revivió su eterna pesadilla del curso. La enésima tragada de un portero que le costó otro gol. Ver para creer. Cinco guardametas y ninguno ofrece seguridad.
Orellana sirvió un centro raso desde la derecha, Koval, que midió horrible en su salida, se lo tragó, e Inui llegó a placer para rematar a portería vacía. 0-1 y la afición deportivista, que ayer celebró el Día de las Peñas, no daba crédito.
El tanto hundió anímicamente al Deportivo, que pasó de mostrarse como una apisonadora en los minutos iniciales, a deambular por el césped.
Pero, a partir del minuto 31, los blanquiazules volvieron a asediar el ‘arco’ eibarrés. Primero, con un gran centro de Navarro desde la izquierda que empalmó Andone a placer, pero el balón se estrelló en el poste. Dos minutos después, con una nueva aproximación del rumano y, en esta ocasión, la fortuna sí le sonrió. Maravilloso pase picado de Çolak a Adrián, que metió el balón a la ‘olla’ y Andone remató de cabeza. Otra vez el esférico fue al palo (séptimo de la ‘era Seedorf’), pero el balón, escupido por la madera, pegó en la espalda de Dmitrovic y se coló en su portería. Por fin, el fútbol empezaba a hacer justicia a los méritos de los locales.

Fallo incomprensible
La alegría herculina tan solo duró seis minutos, los que tardaron Albentosa y Koval en liarla de nuevo. Inexplicable error del central valenciano al proteger el balón en su área, que obligó al ucraniano a quitarse la pelota de encima, pero el toque del meta se fue largo, el esférico cayó en poder de Jordán y Koval, al intentar recupearlo, se llevó por delante al jugador del Eibar. Tarjeta roja que obligaba a Seedorf a sentar a Çolak, quien había sido uno de los más destacados en la dirección ofensiva, para dar entrada a Rubén.
La nueva situación, con diez jugadores, cambió la dinámica del encuentro. El Depor pasó de llevar la iniciativa del juego a evitar asumir riesgos innecesarios, estando bien asentado atrás y con las líneas muy juntas, esperando sorprender en algún contragolpe.
El conjunto vasco mandaba y estuvo a punto de romper el 1-1 en el minuto 59, por medio de un disparo de Inui ajustado al poste izquierdo que obligó a Rubén a lucirse para despejar el balón a córner.
El cuadro coruñés tan solo llegaba al área rival en acciones de estrategia, como en el minuto 69, cuando Muntari aprovechó el despeje del equipo de Mendilibar, tras un saque de esquina de los blanquiazules, para probar puntería desde la frontal del área, pero el chut salió desviado. O dos minutos después, por medio de una falta que Lucas puso en el área y que Sidnei no conectó de cabeza por centímetros.
El Eibar empujó en los minutos finales, acercándose con peligro a la meta herculina, mientras el Depor, consciente de su enorme desgaste físico, jugaba de manera inteligente, tratando de no tirar por la borda el punto conseguido y esperando un posible fallo para soñar con un triunfo. l

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