El prólogo de una temporada marcada por la incertidumbre acerca del futuro inminente del RC Deportivo viene marcado también por las complicaciones del ‘factor tiempo’, que también corre en contra de los intereses blanquiazules.
La planificación deportiva de la escuadra de la Plaza de Pontevedra depende, como es lógico, de la categoría en la que vaya a actuar la próxima temporada.
Inmerso en una batalla legal para defender sus derechos —atropellados por la Liga de Fútbol Profesional—, el club que preside Fernando Vidal comenzará a rodar en pretemporada el lunes 24 sin que se haya dilucidado si competirá en Segunda División o en la Segunda B en el ejercicio 20-21.
De este modo, arrancará con una desventaja de hasta dos semanas respecto al peso pesado de los cuadros que conformarán la división de plata del balompié estatal.
Tan solo el Fuenlabrada —azotado por el coronavirus y que también se enfundará el mono de faena el próximo lunes 24— y los cuatro conjuntos que han disputado o disputan el playoff de ascenso (Girona, Elche, Zaragoza y Almería) romperán a sudar en verano en una fecha posterior a la fijada para el inicio del ‘stage’ preparatorio deportivista.
Los seis primeros clubes en arrancar la pretetemporada han sido Albacete, Alcorcón, Cartagena, Sabadell — estos dos últimos recién ascendidos—, Espanyol y Mallorca —recién descendidos—.
A pesar de las limitaciones establecidas por la irrupción del Covid-19 en numerosos equipos profesionales, las plantillas han comenzado a trabajar, primero de modo individual y posteriormente de manera colectiva con el objetivo de llegar en las mejores condiciones posibles al arranque de la Liga el próximo fin de semana del 12 de septiembre.
El RC Deportivo, excluido inicialmente de la nómina de clubes que integrarán la Segunda División, ha solicitado la suspensión de este inicio del campeonato de la regularidad, así como también la de la celebración del sorteo del calendario.
No en vano, los herculinos aguardan que se haga justicia tras la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones que el resto de sus competidores en la última jornada del curso 19-20.
Así, un hipotético descenso administrativo del Fuenlabrada —por haberse saltado de modo deliberado los protocolos de seguridad del Covid=19— o una posible liga de 24 equipos —solución por la que aboga la Federación Española de Fútbol— permitiría al Depor seguir militando en el fútbol profesional español otra campaña más.
La asesoría técnica de los coruñeses se encuentra preparada para desengrasar su maquinaria y efectuar las maniobras necesarias para reforzar lo antes posible y siempre dentro de sus posibilidades un plantel que parte con solo 14 futbolistas profesionales.
Además de la siempre necesaria aportación de la cantera de Abegondo, Richard Barral maneja un ramillete de futbolistas que estarían dispuestos a llegar al primer equipo blanquiazul, ya sea en Segunda o en Segunda B.
El ‘staff’ técnico de Fernando Vázquez —que previsiblemente seguirá en el banquillo de los de Riazor— tiene por delante la ardua misión de limar diferencias respecto a cuadros que se han adelantado hasta dos semanas en sus primeros entrenamientos.
Pese a todo, el RC Deportivo de La Coruña no será, sin embargo, el último en vestirse de corto para apurar su puesta a punto, habida cuenta de que los cuatro clubes que este curso pugnan por el ascenso en la promoción (Girona, Elche, Zaragoza y Almería) tienen previsto regresar tras sus vacaciones estivales a finales de este mes de agosto o incluso a primeros de septiembre. l
