La Orquesta Canaro cumple siete décadas
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La Orquesta Canaro cumple siete décadas

La Orquesta Canaro cumple siete décadas
Formación del Deportivo de la temporada 1950-1951. Arriba, de izquierda a derecha: Ponte, Millán, Acuña, Botana, Carlos, Cuenca y Pita. Abajo, en el mismo orden, Corcuera, Oswaldo, Franco, Moll y Tino; estos cinco, la mítica Or

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Muchos deportivistas recuerdan con satisfacción el nacimiento del Superdepor, el tres de octubre de 1992. El conjunto herculino recibió dicho día en Riazor al Real Madrid. Los merengues vencían por dos a cero en el minuto veinticinco. Sin embargo, los de Arsenio Iglesias voltearon el marcador y se llevaron el triunfo tras anotar tres goles –Bebeto (2) y Rocha (propia puerta)–. La trayectoria de los blanquiazules en sus siguientes partidos provocó que muchos aficionados de diferentes puntos de nuestro país adoptasen al Deportivo como su segundo equipo.

Esta pasión por los coruñeses fuera de Galicia no era algo nuevo en la península ibérica. Así, varias temporadas antes, en la 1950-1951, el fútbol realizado por los herculinos era reconocido con aplausos por los seguidores adversarios en muchos partidos que disputaban lejos de Riazor. Este equipo, igual que el de la década de los noventa del pasado siglo, tenía un apelativo que lo identificaba y era el de la Orquesta Canaro. Su punto álgido fue el domingo cinco de noviembre de 1950, hoy se cumplen setenta años, tras derrotar al Lleida por diez a uno, triunfo que sigue siendo el más abultado del Deportivo en su estadio en partido oficial.

Segundo puesto
El equipo coruñés finalizó segundo el campeonato liguero de la Primera División en la temporada 1949-1950 tras sumar treinta y dos puntos, uno menos que el Atlético que fue el campeón.

Tras lo hecho, la directiva refuerza varios puestos con el objetivo de mantenerse en los puestos altos de la clasificación y demostrar que lo sucedido el curso anterior no ha sido una casualidad. El cambio más significativo se produce en el banquillo tras la marcha del técnico argentino Alejandro Scopelli al Universidad de Chile. Su compatriota Jerónimo Díaz, conocido con el apodo de Oso Díaz, será el que ocupe la banqueta. Para jugar llegan el defensa Millán, el centrocampista Cuenca y los delanteros argentinos Corcuera y Oswaldo. A ellos se unen varios jóvenes locales, como Juananco, Lechuga, Maristany o Rábade.

El conjunto tiene un inicio inesperado debido a que en las primeras seis jornadas suma cuatro derrotas, dos menos que las acumuladas en todo el anterior torneo liguero, programado a veintiséis partidos en vez de los treinta de éste. Pese a lo dicho, destacar que los restantes dos encuentros concluyen con triunfos herculinos en Riazor ante el Celta (jornada tercera) y el Espanyol (quinta), ambos por cuatro a uno.
Esta irregularidad constante se refleja en la trayectoria realizada, provocando que el fantasma del descenso esté latente. No obstante, el Deportivo salva la categoría y, además, evita jugar la promoción de la permanencia tras deshacerse del Murcia en la última jornada por cuatro a uno y beneficiarse del empate a uno en Chamartín en el partido entre el Real Madrid y el Málaga.

Punto de inflexión
El punto de inflexión de nuestra historia tiene lugar el mencionado domingo cinco de noviembre de 1950. El estadio de Riazor acoge la disputa del encuentro entre el Deportivo y el Lleida, perteneciente a la novena jornada. Los futbolistas gallegos no dan opción a los catalanes y le endosan un severo correctivo al imponerse por un claro diez a uno.

Los goles de Corcuera (3), Tino (3), Franco, Moll, Oswaldo y Carlos hicieron estéril el del visitante Nogués. Precisar que algunas fuentes adjudican a Moll el segundo tanto del partido. Sin embargo en este reportaje se da a Tino, según se refleja en la crónica firmada por Manuel Hernández y publicada en El Ideal Gallego el martes siete de noviembre (los lunes no se editaban periódicos).

El Deportivo, a pesar de marcar diez goles, pudo hacer algunos más. Manuel Hernández escribe que “el equipo blanquiazul (…) consiguió goles en abundancia ‘despreciando’ otros muchos por recrearse en el juego cuando ya el marcador estaba favorable a sus intereses”.

Máquina de hacer goles
Hernández va a más allá en sus apreciaciones y destaca que el equipo de Oso Díaz fue “una máquina de hacer goles sin que para ello sus piezas tuvieran que desgastarse mucho” y precisa que “aún sin jugar nada más que de la media para adelante, Cuenca y Carlos se bastaban para surtir de juego a un ataque que, de seguir así, va a traer de coronilla a todas las defensas contrarias”.

El maestro de periodistas tiene sus mejores elogios para la delantera deportivista, formada por Corcuera, Franco, Moll, Oswaldo y Tino. Para no extenderse demasiado sólo citar que “esta línea-delantera, virtuosa del balón, y mareante hasta límites insospechados, que muchas veces lleva a sus elementos integrantes al emborrachamiento de pelota, derrocha tal calidad de juego exacto, medido, perfecto de concepción y ejecución, que aún se puede permitir el lujo de desperdiciar muchos balones, por esa retención de pelota y reiteración de pases, que son en otras ocasiones producto de los abrumadores resultados que nuestro equipo alcanza”.

El ataque suramericano
Finalmente, define la línea ofensiva blanquiazul como “el ataque suramericano”, sentando las bases con la que se conocerá como la Orquesta Canaro, bautizada así por el periodista de La Voz de Galicia Manuel Ponte Patiño.

Éste, con gran agudeza, interpreta las virtudes descritas por Manuel Hernández y las compara con las de la agrupación musical del mencionado nombre, fundada por Francisco Canaro, y que gozaba de enorme éxito.

Goleada inmerecida
El entrenador del Lleida, Emilio Vidal, afea el triunfo del Deportivo a la conclusión del encuentro al manifestar que “lo decidió el árbitro al señalar el penalti y dar como válido el segundo gol coruñés”.

Emilio Quesada, redactor de El Ideal Gallego, le recuerda que su equipo ha encajado ocho goles más, pero Vidal responde que “muchos de ellos no fueron logrados limpiamente”. No obstante, matiza que la victoria del Deportivo “fue justa (…), pero la goleada totalmente inmerecida”. Finalmente, el preparador valora a su rival y afirma sin rubor que “creí que jugaría un fútbol mejor y me he llevado una desilusión” para volver a incidir que “si no llega a ser por aquellos dos goles”.

Lo expresado por Vidal –que poco después es despedido al contabilizar sólo dos victorias y un empate en las primeras diecisiete jornadas ligueras–, queda en entredicho por el capitán del equipo ilerdense Telechea tras reconocer a Vituco Leirachá, periodista de La Voz de Galicia, que “la abultada derrota se debió a la delantera del Deportivo, ni el Barcelona tiene esta delantera”.

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