La imagen de público que se vio el pasado fin de semana en Pasarón en el duelo ante el Pontevedra y el Unionistas de Salamanca, o la del Deportivo contra el Salamanca UDS podría estar muy lejos de volver a repetirse.
A los nuevos aforos establecidos por la Xunta de Galicia,, debido a la mala evolución de la pandemia (150 en recintos abiertos y 60 en cerrados), se une la declaración este domingo del estado de alarma.
El propio Consejo Superior de Deportes había asegurado que no veía con buenos ojos la presencia de público en los estadios. En el caso del Deportivo fueron 3.000 en total, cumpliendo a rajatabla con las medidas de seguridad.
Cierres perimetrales
A las restricciones a la movilidad se unieron los cierres perimetrales de localidades que están en el grupo del Deportivo como Salamanca, que finalizó el pasado fin de semana.
También se establece ahora un toque de queda, de 23 horas a 06.00 horas, lo que da una idea de la situación que atraviesa el país, sumido de lleno en la segunda ola de la crisis sanitaria por el coronavirus. Una pandemia que, al igual que en la primera jornada de Segunda B, trajo consigo el aplazamiento de partidos.
Suspendidos
Tres encuentros tuvieron que ser postergados debido a la actual pandemia y la situación epidemiológica en España: el Olot-Barcelona B del Grupo 3, y el Recreativo Granada-Sevilla Atlético y el Betis Deportivo-Real Murcia, del Grupo 4.
A esta indefensión de no saber cómo ni cuando se podrán encajar estos partidos se une ahora también el problema de los test de detención. Muchos clubes aseguran que ya han adelantado dinero para hacerse con pequeñas partidas, pero reconocen que no podrán hacer frente a todos los que serían necesarios de cara a la totalidad de la campaña.
Se trata de test serológicos, puesto que las PCR tienen una cuantía mayor.
Se espera que con la llegada de la partida presupuestaria de la RFEF destinada a los clubes a tal efecto estos puedan coger aire.
