Jonathan Martín: “Ni Bernabéu ni Camp Nou; una de mis peores tardes fue en Riazor contra Valerón”
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Jonathan Martín: “Ni Bernabéu ni Camp Nou; una de mis peores tardes fue en Riazor contra Valerón”

Jonathan Martín: “Ni Bernabéu ni Camp Nou; una de mis peores tardes fue en Riazor contra Valerón”
El futbolista salmantino lleva once temporadas en el Guijuelo | la gaceta de salamanca

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Diecinueve temporadas avalan la trayectoria profesional de uno de los ‘abuelos’ de la Segunda B, Jonathan Martín Carabias. Este salmantino de 39 años es el capitán del CD Guijuelo, escuadra cuya camiseta lleva defendiendo durante las once últimas campañas. Sin embargo, anteriormente estuvo cinco cursos en el Racing de Ferrol —con el que compitió en la categoría de bronce pero también en Segunda—, la Cultural Leonesa y el Real Valladolid. La escuadra pucelana supuso su salto al profesionalismo, le permitió saborear la Primera División, tener a Fernando Vázquez de entrenador y padecer la que él mismo califica como la peor tarde de su carrera al tener que marcar a Juan Carlos Valerón en Riazor un 21 de septiembre de 2002.

 

Te enfrentaste en dos ocasiones al mejor Depor de la historia y el domingo 22 te reencontrarás con su versión más modesta, en Segunda B. ¿Qué recuerdas de aquellos dos duelos en 2002 y 2003.

Sobre todo tengo un recuerdo amargo de Riazor porque acababa de debutar en Primera División y era mi tercer partido con el primer equipo del Valladolid. Era mi primera visita a Riazor y me tocó marcar a un chico llamado Valerón, que en la primera parte dios dos asistencias a Makaay, así que en el descanso el míster, que era Pepe Moré, me quitó y me tiré dos meses sin jugar. Aquel Depor tenía un equipazo con Valerón, Makaay, Tristán... Es el recuerdo con el Depor que más me une a estas alturas. Jugué contra ellos una vez más, pero no en Riazor, sino en Valladolid, y siempre me quedó esa espina que después me tiré dos meses sin jugar, así que me pasó factura aquel partido (se ríe). Había hecho la pretemporada con el primer equipo y me quedé. En la primera jornada entré desde el banquillo, en la segunda fui titular y, de pronto, en la tercera me tocó el Depor y me mostró la realidad de la Primera División.

 

Cualquiera que tuviera que marcar al ‘Flaco’ sufría porque era un auténtico mago.

Sobre todo ese año, que estaba en un estado de forma espectacular, que jugaba con la selección y estaba en boca de todo el mundo. En ese partido sufrí porque sentí impotencia, es que Valerón pensaba más rápido que el rival y no te daba opción a la anticipación porque escondía muy bien el balón y tenía una visión de juego privilegiada.

 

¿Es uno de los futbolistas más difíciles a los que te ha tocado marcar en tu carrera?

Sí, Valerón, Zidane, Ronaldo, Ronaldinho... Marcaban la diferencia y eran jugadores top a nivel internacional. Y te puedo asegurar que una de las peores tardes que he tenido en el fútbol no ha sido ni en el Bernabéu ni en el Camp Nou ni en el Calderón, sino en Riazor contra Valerón, porque él pensaba antes que yo, decidía antes y no me dio ningún tipo de opción.

 

Te oigo hablar de aquella época y me entra una morriña bárbara.

Sí, esto es el fútbol, hablas de un equipo que fue campeón  de Liga, que ganó la Copa del Rey dos veces, que enamoró a todo el aficionado y que  marcó una época con el Superdepor, pero te salen temporadas malas, proyectos ambiciosos que al final acaban pasando factura y te lo encuentras en una categoría tan complicada como la Segunda B. Por jugadores y masa social, esta temporada debería salir de ella, pero no va a ser fácil porque aquí han estado equipos como el Oviedo y les ha costado mucho.

 

Tú ya eres un veterano, pero ¿temes que a los jóvenes pueda asustarles jugar contra un club con ese pasado?

No, asustar no, lo que debe hacer es motivarles porque es un equipo con una gran historia, con unos jugadores que hace unos años estaban en Primera y debemos sentirnos con ganas, sobre todo jugando en casa. Si el partido fuese en Riazor y con afición, porque esta pandemia que estamos viviendo nos quita el privilegio de jugar en un Riazor lleno, a algún jugador sí le podría pasar factura, pero en nuestro campo yo creo que no les asusta y les tiene que servir para demostrar que el día de mañana ellos también tienen categoría para estar en un equipo de la entidad del Deportivo.

 

¿Sientes especial predilección por algún deportivista?

Por mi posición, me gusta fijarme en su capitán, en el jugador que lleva más tiempo, el comprometido, el que transmite los valores y la grandeza de los equipos, y en este caso Álex Bergantiños creo que es la referencia, es el faro del Deportivo. Lo fue en Primera, en Segunda y lo será en Segunda B durante el tiempo que él quiera.

 

¿Cuál es el punto fuerte de la escuadra blanquiazul?

Su principal arma está en la individualidad. Son jugadores que han demostrado ser de otra categoría, que por una temporada mala se ven en el pozo de la Segunda B, pero que individualmente pueden desequilibrar un partido en cualquier momento. La calidad técnica que tienen ellos está al alcance de muy pocos en esta categoría y en mi caso, conociendo a Fernando Vázquez, el trabajo que hace ese entrenador defensivamente también puede ser una de las virtudes que tendrá el Depor este año.

 

El ‘Profesor’ fue tu entrenador en el Valladolid en la temporada 2003-04.

Sí y sé que es un técnico que le da mucha importancia a la defensa y que consigue construir equipos muy sólidos defensivamente, así que no me extraña que solo hayan encajado un gol y creo que al final de curso seguirán siendo muy fuertes atrás.

 

¿Por qué Fernando Vázquez no cuajó en el Pucela?

Con él hicimos una primera vuelta espectacular, rozando la UEFA, lo que hoy serían los puestos de Europa League. Sin embargo, en la segunda el equipo empezó acusar el desgaste físico y tuvimos la grave lesión de Makukula, que fue un mazazo por todo lo que aportaba y desequilibraba, y al final, con Fernando ya destituido, acabamos bajando con 42 puntos, que hoy en día sería prácticamente impensable bajar con esos puntos. Dependíamos mucho del talento y la fortaleza de Makukula y nos costó adaptarnos a un fútbol sin él y nos pasó factura.

 

¿Qué destacas de Vázquez?

Sobre todo su pasión, que la mantiene hoy en día, lo sé porque aún le sigo y creo que la pasión es fundamental en un vestuario a la hora de trabajar un modelo de juego y es uno de los grandes recuerdos que tengo con él. Además, es un entrenador que confió mucho en mí y el recuerdo que tengo de él es muy bueno como entrenador y persona. Cuando firmó por el Celta tuve la oportunidad de ir allí con él, pero al final no se pudo concretar.

 

Te unen tantas cosas al Depor, como ese primer partido fallido y tu pasado con Vázquez, y a Galicia, porque jugaste en el Racing de Ferrol, que supongo que será especial enfrentarte al conjunto coruñés.

Si, siempre es un club y una entidad que he vivido mucho desde la distancia. Mi hermano era del Depor desde pequeño, entonces en mi casa siempre ha habido cosas del Deportivo y a pesar del mal recuerdo que tengo de mi visita a Riazor, es un club que todos admiramos de pequeños, sobre todo cuando el Superdepor. También por mi paso por el Racing de Ferrol, con la rivalidad que había, siempre es un equipo que te gusta jugar contra ellos, ganarles y ojalá el día de mañana tenga la posibilidad de volver a Riazor para quitarme esa espinita que tuve en su día.

 

¿Dónde puede decidirse el encuentro del domingo día 22?

La clave va a estar en nosotros. Nos tenemos que fijar en lo que nosotros transmitimos en nuestra casa, lo que proponemos en nuestra casa y tenemos que ser un equipo intenso, solidario en nuestro esfuerzo y no conceder nada al rival porque es el líder de la categoría, el coco de la Segunda B y la clave va a estar en lo que podamos entorpecerles.

 

Para llevar quince años consecutivos en la categoría, el Guijuelo tiene que haber hecho las cosas muy bien.

Desde que estoy aquí, el club ha mejorado mucho a nivel profesional, de infraestructura. Cuando un club está tantos años en esta categoría, que es muy complicada, es que hace muy bien las cosas, porque tiene mucho mérito que un pueblo, con esta masa social y que sea un club pequeño, aguante tantos años en esta categoría.

 

Incluso llegasteis a jugar un  playoff de asenso en la temporada 2013-14 con el entrenador coruñés Rubén de la Barrera. ¿Qué recuerdas de aquel éxito?

Tengo un recuerdo muy bonito porque jugamos un playoff cuando era un objetivo impensable para un equipo como el Guijuelo. De pronto ficharon a un entrenador sin experiencia en esta categoría y fue un año muy bonito. Disfrutábamos compitiendo, jugando y una pena fue el playoff porque al final subió el Leganés, que fue el que nos eliminó, pero tampoco es que hiciera muchos más méritos que nosotros, pero tuvo más suerte, y es una pena porque era nuestro año y lo recuerdo gratamente. De hecho, aún seguimos teniendo el grupo de Whatsapp de aquella temporada y demuestra lo que se vivió, un grupo fuerte, de amigos y que estuvimos a punto de lograr un objetivo que era impensable.

Jonathan Martín: “Ni Bernabéu ni Camp Nou; una de mis peores tardes fue en Riazor contra Valerón”

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