Jornada de simulacro en la Ciudad Deportiva de Abegondo. Fernando Vázquez quiere tener todo trabajado, que los jugadores sepan cómo jugar en caso de que el marcador sea adverso en la cita con el Alcorcón.
Ayer trabajó su plan de emergencia en el último entrenamiento previo al partido con el conjunto madrileño.
Para esa final de la Copa del Mundo, como él la ha catalogado, dispuso una prueba con un sistema de riesgo por si toca remar a contracorriente en Santo Domingo.
Ese plan de emergencia partiría de la base del sistema de cinco defensas, pero con carrileros netamente ofensivos. Keko Gontán y Hugo Vallejo o Mollejo estarían en las bandas para poner en problemas al Alcorcón a costa de asumir riesgos en las labores defensivas.
De partida, sin embargo, todo apunta a que Fernando Vázquez solo alterará el once por obligación en la punta del ataque con Koné por el lesionado Sabin Merino.
Intensidad
La práctica de ayer tuvo picos de intensidad en el partidillo que dispuso el preparador deportivista, que fue seguido por numeroso público (y jugadores de categorías inferiores) tanto desde la calle como desde el pasillo que discurre por detrás de los campos de Abegondo (padres que se quedaban a ver al primer equipo de camino a otros partidos).
En el césped, un par de sustos. Álex Bergantiños y Ager Aketxe fueron al cruce y el vasco se resintió un poco más que el de la Sagrada Familia, aunque ambos pudieron completar el entrenamiento y entrar en la convocatoria de Vázquez.
Instantes después, Mollejo fue a por un balón con contundencia y se llevó por delante a Salva Ruiz, que finalizó la sesión con el grupo y acaricia el alta médica. El entrenamiento concluyó con partidos de fútbol en espacio reducido y estiramientos.
