Juan Antonio Anquela vive su momento más delicado desde que tomó las riendas del Depor, el pasado mes de julio y la plantilla es consciente de ello.
Los pobres resultados en las nueve primeras jornadas de la Liga han situado al técnico nacido en Linares al borde del abismo.
Aunque el pasado lunes, el presidente Paco Zas hizo pública su confianza en el entrenador andaluz, la derrota en Girona ha provocado que Anquela se juegue su última vida extra mañana, frente al Almería. Y así lo asumen los propios futbolistas del Deportivo.
Durante el entrenamiento de ayer en Abegondo, se produjo una escena que resume a la perfección la difícil situación que atraviesa el preparador jiennense, que hoy podría dirigir su última sesión al frente de la plantilla blanquiazul si sus futbolistas no suman un triunfo mañana.
El equipo regresó ayer mismo de Barcelona, donde durmió la noche del jueves. Nada más aterrizar en Alvedro, un autobús trasladó a la plantilla a Abegondo, para afrontar una suave sesión de recuperación, ya que mañana hay competición liguera de nuevo.
En el césped de la ciudad deportiva, Anquela se reencontró con Mamadou Koné y Michele Somma, que no viajaron a Girona debido a que eran baja por lesión.
El delantero marfileño y el central italiano, que siguen recuperándose de sus problemas físicos y trabajaron en el gimnasio, tan solo salieron al ‘verde’ de Abegondo para saludar al técnico andaluz y fundirse en un abrazo con él. Un gesto que por un lado puede entenderse como una muestra de apoyo de la plantilla hacia el míster o, por el contrario, puede saber a despedida antes del duelo con el Almería.
