El Deportivo, colista con 12 puntos, a ocho de la salvación, necesita firmar una segunda vuelta de ascenso para conseguir salvar la categoría y no terminar en Segunda B.
Nadie quiere nombrar la palabra descenso, pero es inevitable pensar en qué escenario se encontraría el cuadro blanquiazul llegado ese caso.
A pesar de que el todavía presidente del Deportivo Paco Zas, que cesará de su cargo en enero, dijo en su última comparecencia que el club sería viable en Segunda B, el futuro se presenta negro para la entidad si se diese esa circunstancia.
Muchos históricos han ido desapareciendo en los últimos años, incapaces de soportar descensos o condicionados por los problemas económicos. Son casos como el de la Unión Deportiva Salamanca, fundada en 2013 y disuelta en 2013 o el Compostela, que desapareció en 2006 y era considerado como uno de los equipos históricos de Galicia y el cuarto conjunto en disputar la Primera división, tras el Celta de Vigo, el Deportivo de La Coruña y el Pontevedra Club de Fútbol.
Una liquidación que siguieron otros históricos como Sestao (1916-1996), Logroñés (1940-2009), Lleida (1939-2011), Burgos (1936-1983) o Linares (1960-1990).
Formas de renacer
A la vista está que muy pocos equipos son capaces de renacer de sus cenizas, aunque alguno de los ejemplos compiten actualmente con el Deportivo en Segunda división. Es el caso de escuadras como el Extremadura, actualmente a las órdenes del coruñés Manuel Mosquera.
Su predecesor fue el Club de Fútbol Extremadura,fundado en 1924, que llegó a competir en Primera, pero que desapareció en 2010. La UD Extremadura, refundada en 2007, ascendió de Segunda B y este es su segundo año en la categoría de plata del fútbol español. Otro caso es el del Málaga, refundado tras coger el testigo del Atlético Malagueño en 1994, que compitió como el Deportivo muchas campañas en Primera y vivió noches gloriosas en Europa.
Actualmente transita en Segunda, aunque ahogado por los problemas económicos, que limitan su número de fichas y que amenazan con comprometer los salarios de los jugadores. También en Segunda tenemos el caso de la Unión Deportiva Almería, nacida en 1989, tras la desaparición en 1982 de la Agrupación Deportiva de la misma ciudad, creada en 1971.
Los andaluces, que ya saben lo que es competir en la élite, son actualmente segundos en la tabla, detrás de un lanzado Cádiz y son propiedad desde agosto del ministro árabe Turki Al-Sheikh, que los adquirió por 20 millones de euros.
