Las circunstancias tampoco ayudan al Deportivo en el mercado de jugadores. Ni para salir ni para fichar. En el primer caso, por la crisis económica consecuencia de la pandemia por la Covid-19. En el segundo, por la duda de si la temporada que viene competirá en la categoría de plata o de bronce.
El equipo coruñés podría hacer caja por jugadores como el argentino Fede Cartabia y el uruguayo Diego Rolan, pero en Emiratos Árabes no ejecutaron la opción de compra por el centrocampista y en México tampoco han comprado al delantero a pesar de que el rendimiento de ambos invitaba a que los clubes que tenían a su disposición sendas opciones de compra las ejecutaran.
A día de hoy, pertenecen al Deportivo, pero es obvio que las limitaciones económicas del club no permitirán, salvo sorpresa, verles de blanquiazul en la temporada 2020-21.
En el caso de que el equipo siga en Segunda División, tendrá que ajustarse a un techo de gasto más bajo que en las temporadas inmediatamente anteriores. Ya no le queda remanente del seguro de descenso y, además, por la posición en la clasificación, también verá minorados sus ingresos por derechos de retransmisión, a lo que se une la reducción de los de abonados y taquilla porque la temporada comenzará a puerta cerrada. De hecho, clubes como el Lugo no tienen previsto lanzar sus campañas de abonos, como mínimo, hasta la segunda vuelta.
Ese escenario de austeridad, además de imposibilitar el sueño de ver a Cartabia o a Rolan defender la camiseta del Deportivo en Segunda, también dificultan sus ventas. Hay equipos interesados, pero las condiciones que ofrecen a la entidad deportivista están lejos de las pretensiones que tiene el Depor. No obstante, podría encajar una operación en la que el club venda solo una parte de los derechos del jugador en las condiciones actuales del mercado con la intención de, en el futuro, incrementar los ingresos.
Y al tiempo que el mercado está complicado para vender y obtener ingresos extraordinarios (la temporada pasada se ingresaron importantes cantidades por jugadores como Edu Expósito y Quique González), también es difícil fichar, en este caso por la incertidumbre de la categoría. El Deportivo tiene la planificación congelada a la espera de que se determine si estará el próximo curso en Segunda División o si tendrá que competir en Segunda B. La esperanza del Deportivo es que suceda lo primero, pero está por ver, y en el caso de que se confirmara lo que nadie desea, el descenso de categoría, el club se vería obligado a una profunda renovación de la plantilla puesto que pocos jugadores podrían seguir en el equipo. A estas alturas, el bloque ya debería estar más o menos definido y el equipo, iniciando el trabajo de pretemporada.
