Las rotaciones han sido la constante de Natxo González en los cuatro primeros meses de la competición. Mientras que el esquema y la filosofía de juego han permanecido inalterables (a excepción del último partido del año, contra el Cádiz, en el que el vitoriano cambió su 1-4-4-2 en rombo habitual por el 1-5-3-2), los nombres de los jugadores que han ocupado las distintas demarcaciones han ido variando, salvo cinco puestos que se han convertido en los pilares que soportan el proyecto del técnico blanquiazul.
La portería, el lateral derecho, los dos centrales y la pareja ofensiva son las únicas posiciones en las que Natxo lo tiene absolutamente claro, mientras que en el resto de puestos, el vitoriano ha demostrado albergar dudas, sobre todo en la medular, que se ha convertido en su principal dolor de cabeza.
Álex Bergantiños arrancó el curso como una pieza inamovible en el mediocentro. Su facilidad para recuperar balones le convirtió en el jugador idóneo para sujetar el centro del campo. Sin embargo, en las últimas jornadas, el estratega vasco ha alternado en dicha posición al de ‘La Sagrada’ y a Pedro Mosquera.
Edu Expósito y Vicente Gómez han sido los interiores elegidos en las últimas semanas, pero en la zona ancha también han actuado Didier Moreno y Krohn-Dehli, sin que ninguno de los dos haya convencido. Además, Vicente, clave en la elaboración del juego en el inicio de curso, ha bajado su nivel en las últimas semanas.
La piedra en el zapato
Si hay una demarcación que se ha convertido en la piedra en el zapato de Natxo González es la mediapunta. Hasta tres futbolistas han actuado de enganche en los primeros 19 partidos y ninguno ha logrado convencer al entrenador.
El jugador llamado a asumir dicha responsabilidad era Fede Cartabia, pero las lesiones musculares han impedido que el argentino haya tenido continuidad, a pesar de que cuando ha entrado en escena, ha marcado las diferencias. De hecho, lleva un gol y cuatro asistencias. Ha disputado diez encuentros, pero solo ha sido titular en cuatro.
Quien más ha formado en la mediapunta ha sido Carles Gil. El valenciano, que ha estado presente en 17 jornadas, ha salido de inicio en once de ellas, pero su aportación en ataque ha estado lejos de lo esperado. Ningún tanto y un solo pase de gol. De hecho, en los dos últimos encuentros, contra el Zaragoza y el Cádiz, entró desde el banquillo.
‘Guadianesco’ Pedro
El caso más extraño es el de Pedro Sánchez. El alicantino tan pronto ha sido titular, como ha desaparecido de las convocatorias, ha regresado al once para marcarse un partidazo y se ha quedado en la grada a la semana siguiente.
Tras el enfrentamiento de la duodécima jornada, frente a la UD Las Palmas en el estadio de Gran Canaria (1-1), Pedro, que había sido titular, pasó a convertirse en uno de los descartados de las convocatorias.
El alicantino no disputó ni un solo minuto en los cinco encuentros siguientes. Sorprendentemente, jugó de inicio contra el Zaragoza en Riazor (3-1) y fue el gran protagonista del duelo, ya que asistió en los dos primeros goles y dio el centro a Edu Expósito en el penalti que sufrió el catalán y que transformó Quique. Y, de pronto, ni siquiera se vistió de corto en el último compromiso de 2018, contra el Cádiz.
Banda abierta
En la banda izquierda, el entrenador tampoco lo tiene demasiado claro. Saúl ha formado en el equipo inicial en diez ocasiones, mientras que Diego Caballo ha sido titular nueve veces. Ambos han alternado en un lateral sin dueño.
