El Gobierno local anunció que ayer se les comunicó el final de los trabajos de Riazor, con los que se completó una inversión de 7,2 millones de euros y que supuso la renovación de las cubiertas de todas las gradas así como la sustitución de las estructuras que las sostiene.
La renovación de las cubiertas debería haber estado lista para el mes de septiembre, cuando el Deportivo jugase sus primeros partidos de liga de la temporada y con esa previsión se comenzaron los trabajos a finales de mayo.
Sin embargo, el progreso de las obras evidenció que esto no sería así y el club blanquiazul disputó sus tres primeros encuentros a domicilio y el primero en Riazor no llegó hasta el 9 de septiembre. Este fue el primero de cuatro partidos en los que miles de socios tuvieron que ser reubicados en otras gradas.
Después se disputaron otras cuatro jornadas en las que ya no hubo reubicaciones, pero todavía con las grúas y otros elementos en el exterior del estadio, lo mismo que sucederá mañana cuando el Zaragoza visitará el feudo blanquiazul.
Este será el último encuentro, según explicó Xiao Varela, concejal de Regeneración Urbana, en el que aún se hallen estas estructuras en el entorno del estadio. En los próximos días se irán retirando paulatinamente, pero la tarea requerirá de varias jornadas por la dificultad que implica retirar la grúa que todavía permanece, para lo que será necesaria la asistencia de otra grúa.
Además, está previsto que el martes de la próxima semana concluyan los trabajos de ampliación de la acera de Manuel Murguía más adyacente al estadio. Esta actuación supondrá la eliminación de plazas de aparcamiento.