El club premió, como cada año, la fidelidad de sus abonados. Después de haber homenajeado a los tres socios de oro y brillantes (75 años en el club), y a los de oro (50 años), por la tarde llegó la hora del evento más numeroso, al que, además, estaban invitados los 435 socios de plata, los que llevan 25 años de fidelidad a la entidad.
El ritmo de los latidos del corazón y los paneles luminosos blanquiazules dieron paso a la presentación de Antón Lezcano, que tuvo un guiño a los socios fallecidos y se emocionó con el recuerdo de su padre.
“Es un acto muy especial, supone el reconocimiento a esos 25 años derrochando fuerza y pasión por el Deportivo”, indicó Lezcano, que hizo hincapié en el difícil momento que vive el club en la actualidad. “Tenemos que conjurarnos todos para superar estos momentos”, dijo.
Los abonados que llevan cinco lustros renovando el carné llegaron al Deportivo en la temporada 1994-95, la que acabó con el título de Copa del Rey, el primero de la historia de la entidad blanquiazul, en aquella final en el Bernabéu que se tuvo que disputar en dos tomas por el aguacero que cayó en la capital y que obligó a suspender el choque con 1-1. En la reanudación, la cabeza de Alfredo permitió al deportivismo vibrar con el trofeo, primero en el escenario del choque y, posteriormente, en el césped de Riazor. Los socios aplaudieron triunfos y goles épicos vividos desde entonces... y también sufrieron con los malos, el último, en Mallorca. Emoción a flor de piel.
Javier Rodríguez García, uno de los socios de plata, leyó un emotivo discurso. y el club homenajeó también a ocho trabajadores del club: Javier Suárez, Suso Méndez, Javi Rego, Barritos, Miguel Ángel Fernández Rama, Fino, Cholo y Lagarda.
Antes de entregar las insignias, el presidente, Paco Zas, agradeció el apoyo de la afición, más en una situación “tan compleja” como la actual. “Sin duda, entre todos, saldremos de ella, como siempre hemos hecho”, les dijo antes de pedirles que sigan arropando.
